Pablo Iglesias rompe la tregua y carga contra Yolanda Díaz

El espacio a la izquierda del PSOE se ha reconvertido en cuestión de meses, dando un vuelco que ha aupado al proyecto político de Yolanda Díaz, Sumar, hasta el punto de comerse al resto de partidos que habitan este margen político. Podemos incluido. Las turbulentas negociaciones entre la formación morada y el nuevo partido para concurrir juntos el 23J se saldaron con la exclusión de Irene Montero de las listas -y del primer plano- y con un disgusto generalizado en el grupo político fundado por Pablo Iglesias.

Precisamente ha sido él, el exvicepresidente del Gobierno, quien ha roto el silencio y la tregua que mantenía el entorno de Podemos hacia Sumar. Ha sido en plena campaña electoral. Aunque otros nombres de relevancia, como la propia Ione Belarra, ya habían verbalizado anteriormente que en esta nueva etapa debían asumir un “rol modesto”, posicionándose “detrás” de Díaz, la actual coyuntura ha terminado por provocar el juicio de Iglesias, cuya opinión carga duramente contra Sumar.

Del silencio mediático a la crítica en campaña

En concreto, el dardo nada disimulado ha ido directo contra los planteamientos de gobierno que la todavía vicepresidenta segunda ha deslizado a medida que se daba a conocer su programa electoral. “Aquí más que un proyecto para volver a gobernar, hay un proyecto para intentar evitar que haya una mayoría absoluta de PP y Vox”, ha aseverado. Estas declaraciones, cuyo objetivo es desautorizar el plan de Sumar, critican su presente y condenan su futuro. En palabras de Iglesias, esta deficiencia en las urnas las sufrirá durante “la próxima década”.

Y no queda ahí. La crítica se extiende a la idea que mantiene Díaz de planificación del país y del asunto catalán y vasco que, en opinión de Iglesias, “no comparte” algo “parecido” a un proyecto de Estado, ni de dirección de Estado, como, juzga el exlíder de Podemos, sí que ideó Podemos junto a ERC y Bildu para evitar que “las extremas derechas manden en el Consejo de Ministros”.

El asunto catalán, en primera línea de fuego

En concreto, la apuesta de Díaz por llevar a cabo una consulta sobre aquello que se acuerde en la mencionadísima mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat ha sido blanco de los hachazos verbales de Iglesias. Este proyecto, afeado por la derecha por el acercamiento a un acuerdo independentista, ha sido rechazado por el entorno de Podemos porque aleja el debate sobre el referéndum que sí piden los socios catalanes del partido. En palabras de Iglesias, Díaz “juega con la ambigüedad” y evita “defender el derecho a decidir” porque “te quita votos”.

Tirando de hemeroteca, el exlíder de Podemos ha incidido en que es una decisión ridícula ya que, precisamente, cuando la formación morada denunció la necesidad de un referéndum fue cuando mayor apoyo recibió, llegando a ganar las elecciones en Cataluña y País Vasco sin ser abiertamente independentista.

“Ahora parece que estamos asustaditos en la esquina del tablero diciendo a ver tráeme un ‘focus group’, a ver qué dices señores de 50 y 60 años sobre el feminismo o sobre los malvados catalanes y en función de eso diseño mi mensaje”, ha apuntado Iglesias, que, además, ha lamentado que “una parte de la izquierda haya pensado que la clave de hacer política es que no hagamos ruido y hablemos bajito”. Una punzada que rompe una tregua y abre aguas en el seno de una formación que afronta su primera cita electoral.