Las fechas clave tras las elecciones del 23J: reuniones con el Rey, constitución de las Cortes, investidura...

El 23 de julio fue el pistoletazo de salida de toda una serie de procesos cuya desembocadura es la constitución de un nuevo Gobierno. Los resultados que ofrecieron las urnas crean el caldo de cultivo en el que se cocina el poder Ejecutivo, y será en ese contexto en el que se produzcan las llamadas, contactos, presentaciones y formalizaciones. Todo guarda un orden cuidadosamente medido por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

Punto por punto, y como primer paso antes de cerrar el escrutinio general, se tiene que proceder al recuento del voto de los españoles residentes en el extranjero. Este es el llamado voto CERA, que tiene lugar, según el marco normativo, cinco días después de las elecciones. Es decir, esta primera parada tiene lugar el 28 de julio. Sin embargo, y aunque se concluyan antes el recuento, no será hasta el 8 de agosto la proclama oficial de los resultados. Esto es así para que se dé tiempo a cubrir los posibles recursos. A partir de ese día, arranca el sendero de la gobernabilidad.

Constitución de las Cortes y ronda de contactos

Hasta el 11 de agosto, tres días después de la oficialidad de los recuentos, tienen los diputados para acreditarse como tales. Entonces, habiendo formalizado este paso previo, se puede proceder al siguiente escalón, que llega casi una semana más tarde, y que se presenta como uno de los más importantes de toda la lista: el 17 de agosto se constituirán las Cortes.

Esta fecha está fijada según el real decreto creado para la convocatoria de los comicios del 23J, que fue aprobado por Consejo de Ministros el pasado 29 de mayo. Será a las diez de la mañana, y se llevará a cabo de forma simultánea en el Congreso y en el Senado. Y una vez que esto se ha realizado se puede pasar, el 21 de agosto, a la siguiente fase: la ronda de contactos.

Aquí se encierra uno de los mayores dilemas que ha acompañado la resaca electoral del 23J. Durante la celebración de esta parte, el presidente del Congreso se reúne con el Rey, Felipe VI para comunicarle cuáles son las fuerzas políticas con mayor representación en las urnas. Concretamente, será la décima vez que el monarca lo haga desde su coronación. Con esta información, deberá convocar a los representantes de dichas formaciones y proponer un candidato de investidura. El asunto es que, en esta ocasión, el candidato más votado carece, a priori, de apoyos, por lo que se ha abierto la veda al debate sobre la utilidad de su proposición.

Debate de Investidura y posible repetición de elecciones

Y así se llega, terminando agosto y empezando septiembre, al Debate de Investidura. En este punto puede no haber un acuerdo de parte de ninguna de las candidaturas con sus respectivos apoyos, de manera que, si no existe mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, se volverá a realizar otra votación hacia la misma propuesta del Rey 48 horas después. En esta segunda ronda, basta con mayoría simple.

En caso favorable, si la investidura se obtiene al primer momento, el nuevo presidente tomaría posesión el 8 de septiembre, nombrando al instante a sus respectivos ministros. En octubre se formalizaría todo y se pondría el lazo final con la Sesión Solemne de Apertura de Legislatura, presidida por Felipe VI. Ahora bien, si no se logra investir al candidato empezaría a contar el reloj de nuevo: se abriría un plazo de dos meses para intentar otra investidura y, si fracasa, se disolverían las Cortes en noviembre para, 47 días después, celebrar unas nuevas elecciones que caerían a finales de diciembre.