La pareja de Ayuso quiso pagar más de 380.000 euros para evitar la cárcel por sus engaños a Hacienda
Con el desembolso de esa cantidad, González Amador pretendía rebajar la pena correspondiente (de uno a cinco años por delito fiscal) en uno o dos grados, de modo que evitara entrar en la cárcel.
Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, reconoció dos delitos fiscales por un monto de 350.000 euros en sus declaraciones de impuesto de sociedades de 2020 y 2021. Sí, uno de fraude fiscal y otro de falsedad documental por la utilización de facturas falsas.
Tal y como se detalló en la denuncia adelantada por elDiario.es, el fraude fiscal se demostró en los gastos ficticios emitidos por diversas sociedades a la empresa Maxwell Cremona SL, de la cual la pareja de la política madrileña es propietario al 100%.
El resto de implicados
Ahora bien, en la denuncia no solo se acusa a González Amador, sino también a un empresario mexicano y otros tres andaluces, como representantes de otras sociedades diferentes que habrían estado involucradas en la emisión de las facturas.
Ante este panorama, hoy se ha dado a conocer que el empresario estuvo dispuesto a reparar el daño cometido mediante el pago de la cantidad defraudada más los intereses de demora (4,025% en dos ejercicios). Es decir, con el desembolso de más de 380.000 euros pretendía rebajar la pena correspondiente en uno o dos grados y así evitar entrar a la cárcel.
Se querella contra la fiscal jefe de Madrid por revelación de secretos
A pesar de estos antecedentes, González Amador ha presentado recientemente una querella contra la Fiscalía Provincial de Madrid, a la que acusa de un grave delito de revelación de secretos. O al menos así lo ha manifestado este jueves ‘El País’.
En concreto, esta institución ha difundido una nota donde se informa que fue el propio González Amador quien, a través de su abogado, había ofrecido un acuerdo para evitar cárcel consistente en “proceder a resarcir el daño causado, pagando íntegramente la cuota y los intereses de demora”.
Para este tipo de conformidades, el Código Penal no establece solamente el pago de la cuota defraudada y de los intereses de demora, sino también una multa “del tanto al séxtuplo” de esa cantidad”, con lo que podría reclamar hasta dos millones de euros a González Amador para aceptar un acuerdo que conlleve una rebaja considerable de la pena de prisión.
La defensa de la política madrileña
Aunque González Amador no ha negado sus engaños a Hacienda, ha explicado a través de su abogado que ofreció admitir los delitos -que ya había reconocido previamente ante la inspección fiscal- para evitar que trascendiera la noticia de que el novio de Ayuso había cometido un fraude fiscal.
¿El motivo? Está claro: eso iba a tener un “efecto deformador de las garantías procesales”. Es más, ha insistido en su querella en que nada de su comportamiento fiscal ilegal hubiera trascendido de no ser por su relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Cabe destacar que Díaz Ayuso, desde un primer momento, ha criticado la actuación del Gobierno, que define como un intento de desestabilizar su posición mediante ataques personales, y ha recalcado que las acusaciones contra su pareja forman parte de un asunto “turbio” y orquestado por los poderes del Estado.
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