POLÍTICA

Crisis en China: destituyen al ministro de Exteriores que había desaparecido de la vida pública

Tras un mes sin hacer ninguna aparición, se ha comunicado oficialmente su destitución como líder del brazo diplomático del ejecutivo

MOHAMED ABD EL GHANYREUTERS

Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea, tenía planeado para el mes pasado un viaje a China, donde se reuniría con el ministro de Exteriores Quin Gang. Pocos días antes de la fecha señalada, las autoridades del país asiático comunicaron a la oficina europea que la visita tendría que ser pospuesta indefinidamente. El motivo esgrimido fueron supuestos “problemas de salud” de Gang. Pocos se imaginaban entonces que lo que se estaba desenvolviendo era una dramática caída política.

La ascensión de Quin Gang fue meteórica pero breve. Se hizo con la importante cartera en diciembre, después de ser nombrado personalmente por el presidente Xi Jinping. Y es que, durante años, ha sido una de sus personas de confianza. Muchos vieron en esta cercanía personal con el líder la razón por la que acabó ocupando un puesto para el que, en teoría, había otros diplomáticos más longevos y cualificados.

La opacidad de la actividad de gobierno en China, un país autoritario de partido único y sin libertad de prensa, ha hecho que no se trasluzcan muchos de los detalles concretos de esta sorpresiva caída en desgracia. Sin embargo, las especulaciones comenzaban a aflorar debido al inusual lapso de tiempo en el que Gang ha estado sin dejarse ver públicamente. Más de un mes.

Relación con EE.UU.

Precisamente, la última vez que fue captado por las cámaras fue en una reunión con el viceministro de Exteriores ruso Andrey Rudenko, después de que estallara -y casi inmediatamente después implosionara- la rebelión de los wagneritas. Tampoco se puede decir con seguridad si esto ha influido en su aparente pérdida total de capital político, pero Gang ha sido conocido por sus posturas más bien conciliadoras hacia Occidente en general y Estados Unidos en particular.

En junio llegó a reunirse en China con el secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken, en un intento por apagar los fuegos de la tensión, cada vez más intensos, entre las dos superpotencias. Finalmente, será sustituido por su predecesor, Wang Yi, en una paradoja cíclica que no es sino muestra de las complicadas dinámicas de la política del país. Yi ocupó estuvo al frente del ministerio entre 2013 y 2022, y además es el responsable de la política exterior del Partido Comunista de China. Una persona ya de por sí muy poderosa a la que se le acaban de añadir nuevos y lustrosos galones.

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