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Las aguas del grifo más ‘duras’ y ‘blandas’ de España

Hay muchos municipios con aguas duras e incluso muy duras, como es el caso, por ejemplo, de Valencia, Teruel o Zaragoza, según los datos recogidos en boletines analíticos publicados en las webs municipales en este año 2022.

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En España, en general, la calidad del agua es excelente pero a veces ocurre que el agua del grifo puede saber rara. Esto aparece estrechamente vinculado con la concentración de minerales en una determinada cantidad de agua, más concretamente, sales de magnesio y calcio (carbonato cálcico).

Si la presencia es alta, es decir contiene una gran cantidad de sales de calcio y magnesio capaces de depositarse en las tuberías en forma de incrustaciones de cal, el agua se califica como dura. Esto provoca menor eficacia de los detergentes, daños en electrodomésticos como la lavadora, el lavavajillas o la pacha y alteración del sabor del agua. Todo ello, en su conjunto, hace que el agua pierda calidad.

Clasificación del agua

Si por el contrario, alberga poca cuantía se la conoce como blanda. No existe una escala universal de dureza del agua, aunque la Organización de Consumidores y Usuarios clasifica el agua de consumo humano en sus estudios de la siguiente manera:

  • Blanda inferior a 12ºf.
  • Medianamente dura 12-30ºf
  • Dura 30-40ºf
  • Muy dura superior a 40ºf

Aguas más y menos duras de España

En España, hay muchos municipios con aguas duras e incluso muy duras, como es el caso, por ejemplo, de Valencia, Teruel o Zaragoza, según los datos recogidos en boletines analíticos publicados en las webs municipales en este año 2022.

El que un agua sea “blanda” no significa que no tenga minerales: en ciudades como Santa Cruz de Tenerife, la conductividad (cantidad de minerales totales) es alta, aunque el agua es blanda. Esto sucede porque las sales disueltas no son de calcio y magnesio, sino de sodio.

La razón es que el agua puede proceder de acuíferos sobreexplotados y que han sido invadidos por agua del mar, que es salada. A pesar de todo esto, España cuenta con los sistemas de filtración y gestión de aguas residuales más avanzados del mundo.

Un agua que sepa raro no necesariamente implica que el agua sea dura

De hecho, el 99,5% del agua del grifo es apta para el consumo y cumple con todos los estándares de calidad de la Unión Europea. Pero la calidad del agua del grifo varía notablemente en las distintas regiones españoles y en algunas zona, aunque es apta para el consumo, presenta una excesiva dureza que puede resultar desagradable para el consumo en boca.

Que el agua sepa raro, a su vez, no implica necesariamente que el agua sea dura, debido a que pueden existir otros factores que pueden ser responsables de las alteraciones del sabor. Cuando el agua es dura, existen varias alternativas para combatir el problema, desde el uso de filtros de agua y sistemas purificadores hasta desincrustadores de cal y descalcificadores.

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