La NASA pierde la comunicación con su última sonda lunar
La sonda CAPSTONE tiene el objetivo de estudiar una nueva órbita de la Luna de cara al objetivo de volver al satélite en el año 2025.
Problemas para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) en su objetivo de ampliar su conocimiento sobre la Luna. Una de sus últimas misiones, el lanzamiento del cubeSat CAPSTONE, no va según lo esperado: se han detectado problemas de comunicación y todavía no se conoce la razón. La misión busca estudiar una nueva órbita lunar de cara a la futura estación Gateway en el marco de la misión Artemis.
Tras el despliegue inicial, que tuvo lugar el pasado día 28 de junio, el día 4 la nave desplegó con éxito sus paneles solares, se estabilizó y comenzó a cargar sus baterías a bordo. “El equipo de la nave espacial actualmente está trabajando para comprender la causa y restablecer el contacto. El equipo tiene buenos datos de trayectoria para la nave espacial basados en el primer paso completo y el segundo parcial de la estación terrestre con Deep Space Network (DNS)”, explica la NASA en un comunicado.
Antes de los citados problemas, CAPSTONE pudo hacer contacto con la estación terrestre DSN (la Red de Espacio Profundo) situada en Madrid, además de un contacto parcial con la estación de Goldstone (California). La tercera de las estaciones se encuentra en Canberra (Australia). Tras establecer dichos contactos, los operaciones únicamente han podido determinar su posición y velocidad de forma aproximada.
Retraso de la maniobra
Los problemas en las comunicaciones han provocado que la primera maniobra de corrección de trayectoria se retrasase, pues inicialmente estaba prevista para el pasado día 5 de julio. Es la primera de una serie que tiene el objetivo de hacer pequeñas correcciones, con el fin de aumentar la precisión de la órbita de transferencia a la Luna. La nave, mientras tanto, permanece en la transferencia lunar balística general.
La NASA, por su parte, asegura que “la misión tiene suficiente combustible para retrasar la maniobra de corrección de trayectoria posterior a la separación durante varios días”. CAPSTONE, indica la agencia estadounidense, es “pionero en muchos sentidos, demostrará varias capacidades tecnológicas durante el marco de tiempo de su misión mientras navega en una órbita nunca antes volada alrededor de la Luna”.
A partir de nuevas tecnologías se busca que futuras naves espaciales determinen su posición en el espacio sin que tengan que depender, exclusivamente, de su seguimiento desde la Tierra. La misión, de conseguirse, será el preámbulo del gran objetivo: a vuelta del ser humano a la Luna en 2025. Para ello, CAPSTONE debe entrar en una órbita de halo casi recta alrededor de la Luna el próximo 13 de noviembre.