La inteligencia británica revela el nuevo enfoque de Rusia en la guerra

La invasión de Rusia contra Ucrania cumple un año. Desde que estalló la guerra entre ambos países, Putin no ha ocultado sus intenciones y con el mismo tono bélico las ha llevado al campo de batalla. Sin embargo, desde el servicio de Inteligencia de Reino Unido se apunta a un cambio de rumbo en la estrategia por parte del gigante ruso.

A través de un comunicado oficial difundido vía Twitter, el organismo dependiente del Ministerio de Defensa británico ha señalado que la finalidad de Rusia hacia este tema lleva siendo el mismo desde 2014: controlar a su vecino. Desde entonces y hasta 2021, explica en el mismo comunicado, “llevó a cabo esa tarea mediante la subversión, fomentando una guerra no declarada en el Donbás y anexionando Crimea”.

Sin embargo, todo cambió el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó una invasión a gran escala con el objetivo estratégico de apoderarse de todo el país y derrocar a su gobierno para alzarse con el poder político. “Para abril de 2022, Rusia se dio cuenta de que esto había fallado y se centró en expandir y formalizar su dominio sobre el Donbás y el sur”, ha detallado el gabinete. Los resultados, según el mismo informe, han sido progresos lentos y extremadamente costosos.

Cambios en la hoja de ruta

Cumplido un año del conflicto, la misma Inteligencia señala que “es probable que Rusia haya cambiado su enfoque nuevamente” y que “su campaña ahora busque principalmente degradar al ejército ucraniano, en lugar de centrarse en apoderarse de un nuevo territorio sustancial”. Es decir, el móvil estratégico y militar de la invasión perdería el valor territorial extensivo que tenía en un principio.

Ante este nuevo escenario, la Inteligencia Británica abre una nueva vía de acción que podría marcar los pasos de Rusia: “es probable que los líderes rusos busquen una operación a largo plazo en la que las ventajas de Rusia en población y recursos eventualmente agotarán a Ucrania”. De esta forma, Putin estaría convirtiendo la guerra relámpago del principio -estancada desde hace varios meses- en una guerra de desgaste donde se mine la moral de las tropas ucranianas.