España es el país del mundo que más gas compró a Rusia en julio y agosto
En verano España ha sido el país que más ha invertido en gas natural licuado, con un coste total de casi 750 millones de euros.
El inicio de la guerra en Ucrania llevó a los países de la Unión Europea, junto con Estados Unidos, a fijar sanciones contra Rusia con el fin de debilitar al atacante y no financiar la guerra de Vladimir Putin. Uno de los grandes objetivos es el reducir la dependencia del gas ruso, cortado actualmente a través del gasoducto Nord Stream 1. Pero mientras se alcanza dicho objetivo, el gas sigue llegando por barco.
Y en estas circunstancias, España es el mayor importador de gas natural licuado (GNL), el que llega por barco a través de los buques metanero, en los meses de julio y agosto. Así lo revela un informe del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés). En total, España pagó 747 millones de euros por este concepto.
Dicho informe calcula que Moscú ha ingresado en este tiempo unos 158.000 millones de euros, por los cerca de 100.000 destinados por el Kremlin a sufragar la ofensiva en Ucrania. Y de ellos, el 54% de las exportaciones (unos 85.000 millones) van con destino a la Unión Europea. Destaca especialmente el dato de España, pues antes del conflicto era uno de los países con menor contacto con Moscú en lo referente a la energía. Y en estos últimos meses ha superado a Francia, China y Bélgica para convertirse en el primer importador mundial de este tipo de energía.
Ampliando un poco más el horizonte, desde el inicio de la guerra (del 24 de febrero al 24 de agosto) España ocupa el tercer puesto entre los países importadores a nivel mundial, pagando más de 1.500 millones de euros a las arcas del Kremlin, solo por detrás de Francia y Bélgica. Entre los mayores importadores de la UE, juntando todo tipo de combustibles (carbón, petróleo, gas natural licuado y gas de gasoducto) están Alemania (19.000 millones), Países Bajos (11.100 millones), Italia (8.600 millones) y Polonia (7.400 millones). España, por su parte, pagó 3.300 millones entre todos los combustibles.
“Las importaciones españolas de combustibles fósiles rusos aumentaron en julio y agosto, en comparación con los meses anteriores, impulsadas por un aumento de las importaciones de GNL. En estos dos meses, España fue el mayor importador de GNL ruso del mundo, pagando unos 747 millones de euros. La generación de electricidad a partir de gas incrementó considerablemente en España en julio y agosto debido a la ola de calor y a la sequía, que aumentaron la demanda de energía y afectaron a la producción hidroeléctrica”, señala la analista principal del CREA, Lauri Myllyvirta. Destaca, también, que el 35% de la electricidad española se generó con gas en dichos meses.
Compra de gas y petróleo
El estudio pone de manifiesto que tras la entrada en vigor de la prohibición del carbón por parte de la UE los volúmenes de exportación de esta materia prima por parte de Rusia cayeron al nivel más bajo desde que se iniciara la guerra. “Rusia no consiguió encontrar otros compradores para sustituir la caída de la demanda de la UE, a pesar de que la prohibición era de dominio público desde hacía meses”, detalla el informe.
Desde el inicio del conflicto España ha duplicado las comprar de gas ruso, de acuerdo con los datos que aportan los boletines mensuales de Enagás (Empresa Nacional del Gas): pasa de los 2.174 gigavatios hora (GWh) a los 5.317 GWh. Los repuntes más importantes fueron en los meses de junio y julio, impulsados por el desvío a nuestro país de dos buques de GNL después de pararse por mantenimiento cuatro plantas de regasificación en Francia.