El truco de un marinero para ahorrar con la calefacción
El ‘método Winter’, que surgió durante la Segunda Guerra Mundial, ha sido rescatado por un marinero británico que lo ha vuelto a poner de moda.
Ahora que el precio del gas y de la luz no para de subir buscamos soluciones para reducir el gasto en la calefacción con la llegada del otoño y el invierno a la vuelta de la esquina.
Un marinero británico, Dylan Winter, ha ideado una sencilla forma de calentar una habitación por unos céntimos al día. Se trata de un método antiguo, que se remonta a la Segunda Guerra Mundial, utilizado en los refugios antiaéreos en Reino Unido.
Cada año, con la llegada del frío, este video vuelve a circular por Internet, con otros autores y algunas variantes, utilizando arandelas o tornillos, aunque la idea sigue siendo la misma.
El ‘método Winter’
El método Winter no recibe este nombre porque en inglés signifique invierno y sea una técnica con la que ahorrar en la factura de la calefacción durante esta época estival. La referencia viene de la mano de su creador, Dylan Winter, un marinero que ideó una sencilla manera con la que calentar una habitación de forma barata.
Para ello, y según explica en el video, colgado en YouTube, solamente se necesitan ocho velas y dos macetas. Las velas se colocan encendidas en el interior de una bandeja de metal y se cubren con una maceta de cerámica pequeña con el agujero del fondo tapado. Posteriormente, esa maceta pequeña se cubre con otra más grande dejando, esta vez sí, el agujero abierto.
De esta forma, según explica el marinero, las velas, al estar encendidas, calientan el aire que hay detrás de las macetas. El calor tiende a ir hacia arriba gracias a la corriente de convección entre al aire caliente y frío, lo que provoca que ese aire caliente salga por el agujero central de la macera más grande y por la parte baja de la bandeja.
¿Un método fiable?
Al igual que muchas otras cosas, este método también tiene un gran número de detractores. Algunos expertos consideran que no es seguro al utilizar fuego y por el sistema de combustión.
Además, dudan de su eficacia, ya que la máxima energía que se transmite es la de la propia vela que, según datos científicos, no es mucha, por lo que se compara calentar una habitación entera con la llama de una simple cerilla.