¿Por qué el Gobierno veta la compra de Talgo y la considera “un riesgo para la seguridad nacional”?

Después de largos meses de duras conversaciones (desde el mes de noviembre del año pasado), finalmente el grupo húngaro Ganz-MaVag no entrará en Talgo, empresa ferroviaria española. La oferta, presentada en marzo y que durante este tiempo ha sido valorada “con todo rigor” por la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), finalmente ha sido declinada.

Una decisión que ha sido tomada este martes en Consejo de Ministros, y que tiene entre los motivos de su rechazo la protección de los intereses estratégicos y la seguridad nacional de España. De acuerdo con los expertos del mencionado órgano, dependiente del Ministerio de Economía, la compra por parte del grupo húngaro “conllevaría riesgos para garantizar la seguridad nacional y el orden público”.

A su vez, desde el Ejecutivo recalcan el papel de Talgo como “empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial”. El Consejo de Ministros ha abordado el tema como información clasificada, por lo que el Gobierno no ha entrado al detalle en las razones particulares para rechazar la opa (oferta pública de adquisición).

Recelos de Orbán y su relación con Putin

Desde el inicio de las conversaciones, por parte del Gobierno nunca terminaron de ver con buenos ojos la oferta que finalmente se presentó en el mes de marzo. Entre otras cosas, porque estaba liderada por empresarios afines al primer ministro Viktor Orbán, quien nunca ha ocultado su cercanía con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Uno de estos empresarios, que fue precisamente quien firmó la oferta que fue remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC), es András Tombor, quien en las últimas semanas ha visitado España y ha negado vínculos con el Kremlin. “No tenemos nada que ver con los rusos. Antes de la guerra teníamos relación con una compañía rusa, pero terminó después del inicio de la guerra y fuimos de las primeras empresas en dejar de colaborar con los empresarios rusos”.

El Ejecutivo, a través de su Consejo de Ministros, tiene la capacidad de vetar una opa extranjera en virtud del real decreto 571/2023, de 4 de julio, que está vigente hasta final de año. Este escudo frente a inversiones exteriores fue diseñado para evitar la entrada de capital extranjero a empresas debilitadas tras la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania.

Desde el consejo de administración de Talgo, por su parte, no veían con malos ojos la operación, pues la consideraban “atractiva”. Dicha oferta, de cinco euros por título, suponía una valoración total de 620 millones de euros, contando con el visto bueno de los partícipes de la instrumental Pegaso, liderada por el fondo británico Trilantic, que posee el 40% del capital de Talgo y que está dispuesta a vender.

Se desploman las acciones de Talgo

Las consecuencias de esta negativa no han tardado en producirse. Las acciones, apenas unas horas después de conocerse la noticia, han sufrido una fuerte caída del 8,7%, hasta situarse en 3,92 euros. De este modo, el valor de la firma ferroviaria se ha visto reducido desde los 533 millones de euros hasta los 486.

Tras anunciarse el veto al conglomerado húngaro, la CNMV había suspendido la cotización de Talgo en los mercados y, una vez que se ha levantado dicha suspensión, la caída ha llegado a superar el 10% de desplome, si bien antes del cierre han conseguido recuperarse ligeramente. En total, una pérdida de capitalización de 47 millones, si bien las acciones siguen por encima de las cifras del pasado mes de noviembre, cuando empezaron las conversaciones: en dicho momento, estaban por encima de los 3,7 euros.

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