Aprobada la reforma de la tarifa regulada de la luz

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el real decreto a través del cual se acometerá la reforma de la tarifa regulada de la electricidad. Se trata algunas variaciones del llamado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) que consuman el cambio de visión cortoplacista a uno de medio-largo plazo. Entrará en vigor, si todo transcurre según lo pronosticado por el Gobierno, a partir del 1 de enero de 2024. Seis meses para que las eléctricas adapten su operativa para poder aplicarla.

Ya lo adelantó ayer la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien aseguró que el contenido del decreto se mantendrá “en línea” con el trabajo que lleva realizando su gabinete desde hace un año. Además, concretó que la tarifa, que deben tener los acogidos al bono social, ayudará, en total, a ocho millones de consumidores.

Tal y como se ha traslado desde el ministerio, el objetivo es instaurar un modelo que permita reducir la alta volatilidad del PVPC, que se encuentra indexada con el mercado mayorista de la electricidad. La reforma mantiene todos los elementos que ya mostraba el documento cuando salió a consulta pública, pero añadiendo aquellas incorporaciones técnicas que se sugerían desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

¿Qué cambios introduce la reforma?

Su versión final, con todos los cambios introducidos, ha sido la aprobada hoy. En palabras de Ribera, para combatir “la gran inestabilidad que perjudica a los pequeños consumidores y a las familias”. El nuevo funcionamiento da un giro a la fórmula de cálculo del PVPC al incorporar una cesta de precios -a medio y largo plazo- y, así, evitar oscilaciones bruscas. Y también se deja un espacio al ahorro al no desechar las referencias a corto plazo.

La creación del PVPC data de 2014. Por entonces supuso una baratísima opción para los pequeños consumidores. No obstante, tras el impacto de la invasión rusa a gran escala sobre Ucrania y el cambio de tendencia -al alza- de los precios mayoristas a corto plazo todo cambió. La curva era muy acusada en cada punto y, al final, las fuertes variaciones se trasladaron a la factura.

El cambio es sencillo: reducir la vinculación del PVPC en el escenario cortoplacista y centrarlo en los precios más estables del mercado a plazo ‘para evitar sustos’. En cifras, se trataría de pasar de un 27% a un 17% en la jornada diaria; y del 23% al 16% en la mensual. Y esta proporción de vinculación se llevaría al precio del pool para consumar la reducción progresiva y, a su vez, poder incorporar las nuevas referencias, que son las de mercados de futuros.