Desde hace unos meses el precio de la electricidad se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los españoles. Si ya empezaba a estar alta de por sí, la guerra en Ucrania hizo que su precio se elevara todavía más, afectando de forma directa al bolsillo de los consumidores. Sin embargo, no todos se han visto afectados de forma similar, pues en ello influye el tipo de contrato que tengamos: mercado regulado o libre.

En el primero de ellos la tarifa a pagar cambia cada día, pues se basa en el PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), que está regulado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en relación con las oscilaciones que se producen en el mercado mayorista. Tal y como explica la Secretaría de Estado de Energía, "el PVPC se configura como un precio dinámico totalmente indexado al mercado mayorista de electricidad, y esto es así dado que incorpora la señal de precio horario negociado en el mercado mayorista de electricidad".

De igual forma, hay que tener en cuenta que el precio de esta tarifa varía en cada hora, en función de la oferta y la demanda del momento. Por ello, podemos ver horas más baratas y más caras. Además, se paga más en los meses de verano e invierno, por el aumento en el uso de del aire acondicionado y la calefacción.

Mercado libre y cómo saber cuál tengo

Es la segunda de las opciones por las que podemos apostar a la hora de contratar la luz para nuestros hogares. En ella son las empresas comercializadoras las que fijan un precio, en el que el cliente se basaría para elegir cuál prefiere. Por tanto, ya conoce de forma anticipada cuánto le va a costar el kilovatio hora. La diferencia de precio entre ambas dependerá de las condiciones que tengamos y cómo evolucione el mercado.

En este tipo de mercado, según Iberdrola, se tienen algunas ventajas, como son la posibilidad de elegir la tarifa a un precio fijo de uno o cinco años, para evitar la volatilidad de los precios del mercado mayorista. Además, se adaptan a las distintas necesidades de consumo y es posible que nos apliquen descuentos y tener acceso a servicios adicionales.

Por defecto, todos los usuarios comienzan con la tarifa regulada de la luz, la que varía en función de las oscilaciones del mercado. Para cambiarse al mercado libre se debe firmar el pertinente acuerdo con la compañía eléctrica que estimemos oportuno. En él figurarán las condiciones y la tarifa que contratemos. Dentro de nuestra factura podemos comprobar qué tipo de tarifa tenemos, pues suele aparecer en un apartado que indica los datos del contrato o del cliente.