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Dos activistas se ‘pegan’ a los cuadros de “Las Majas” de Goya en el museo del Prado

Desde el museo ya han apuntado que “las obras no han sufrido daños aunque los marcos tienen ligeros desperfectos”.

Una vez más, dos activistas han empleado una obra de arte para protestar por el cambio climático y la necesidad de contemplar medidas ecologistas. Esta vez, ha sucedido en el Museo del Prado, localizado en la ciudad de Madrid. Dos integrantes de la organización Futuro Vegetal se han pegado a las dos “Majas” de Goya. Desde el Museo del Prado ya han señalado que “las obras no han sufrido daños aunque los marcos tienen ligeros desperfectos”.

Cada uno de los activistas se ha pegado al marco de uno de los dos cuadros —La maja desnuda y La maja vestida— y entre ambos han dibujado un “+1,5ºC”. Así es cómo han decidido protestar por la “imposibilidad de mantenernos por debajo del límite de aumento del Acuerdo de París de 1.5° de temperatura media respecto a los niveles preindustriales” de la que alarmaba la Organización de las Naciones Unidas la semana pasada, según han precisado en sus redes sociales.

Por el momento, la Policía ha procedido a desalojar la sala en la que se encuentran, según han comunicado en su perfil de Twitter.

El motivo de la protesta reside en que si no se puede cumplir con el Acuerdo de París “nuestra capacidad para cultivar” queda “comprometida”, según la organización. Dado que los “fenómenos climáticos extremos, como la sequía, serán cada vez más frecuentes”, han apuntado. Por ello, solicitan que las políticas gubernamentales no “sigan subvencionando” sistema agroalimentario industrial.

Por su parte, desde el Museo del Prado han indicado que las obras “no han sufrido daños, aunque los marcos tienen ligeros desperfectos”. En cualquier caso, ya están trabajando “para volver a la normalidad lo antes posible”, han señalado, para, a continuación, reiterar su rechazo a cualquier acto que suponga “poner en peligro el patrimonio cultural como medio de protesta”.

Los Girasoles de Van Gogh

Hace menos de un mes sucedía un acontecimiento similar en la National Gallery de Londres con Los Girasoles de Vicent Van Gogh. En esa ocasión, los activistas procedieron a lanzar un bote de tomate sobre el cuadro antes de pegar sus manos sobre la pared en la que se ubicaba la pintura.

El motivo de su reivindicación residía en protestar contra la explotación de yacimientos de combustibles fósiles en Reino Unido. Y, a pesar de lo sucedido, el marco sufrió “pequeños daños”, pero la pintura terminó “ilesa”, según la galería británica.

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