Aviso de la DGT: el error más común por el que te quitan puntos
Esta entidad ha querido recordar que acceder a la glorieta sin respetar la prioridad te podría costar hasta cuatro puntos del carnet de conducir y 200 euros de multa.
Las rotondas, también conocidas como glorietas, son unas construcciones viales diseñadas para facilitar el flujo de tráfico en las intersecciones entre carreteras y reducir el peligro de accidentes. Pese a ello, pueden ser el escenario de graves accidentes provocados por imprudencias de los conductores.
De hecho, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), uno de cada tres siniestros ocurridos en rotondas fueron provocados por alguna infracción. Entre las imprudencias más comunes, cabe destacar las de no respetar la prioridad, la velocidad excesiva y no mantener la distancia de seguridad, tal y como reflejan los datos de 2020.
¿Qué puede ocurrir si accedes a la glorieta sin respetar la prioridad?
Asimismo, entre 2015 y 2019 se registraron 45.000 siniestros con víctimas en intersecciones giratorias, donde se reportaron 317 muertos y más de 58.000 heridos de diversa consideración, según un informe de Automovilistas Europeos Asociados, que revela además que casi el 10% de los accidentes con víctimas ocurren en glorietas.
En este contexto, la DGT ha querido recordar en sus redes sociales que acceder a la glorieta sin respetar la prioridad te podría costar hasta cuatro puntos del carnet de conducir y 200 euros de multa. Esta norma es válida únicamente cuando no haya una señal (semáforo, marca vial o agente) que ordene lo contrario.
Otro problema frecuente
Otro de los problemas en las glorietas los provocan quienes no hacen uso de señales intermitentes o abandonan su carril sin tener en cuenta la circulación de su carril derecho. Este problema es habitual, sobre todo, en las ciudades grandes, donde las rotondas tienen un número mayor de vías para el tráfico.
Y es que no está permitido salir de la glorieta desde los carriles interiores, como norma general, según la DGT. La norma obliga a salir por el carril exterior derecho para evitar una de las infracciones clásicas en las glorietas: la ‘cruzada’ desde el carril interior, maniobra que puede causar la colisión contra un vehículo que circule de forma reglamentaria.
Cómo actuar en la rotonda
Hay tres momentos clave cuando abordamos una glorieta: la entrada, la circulación interior y la salida. En todos ellos, es conveniente tener claro y saber cómo actuar en todo momento:
- La entrada. La aproximación y el acceso son momentos críticos. Cuando nos acercamos a una glorieta, debemos reducir la velocidad adecuándola a la señalización y al tráfico en la vía por la que circulamos, observar hacia la izquierda, ser pacientes y no precipitarnos. El conductor en cuestión nunca tiene que entrar en la rotonda sin estar seguro de que puede hacerlo sin peligro. En el acceso, el conductor debe ceder siempre el paso, incluso deteniendo su vehículo si fuera necesario, y teniendo en cuenta que la prioridad es de los vehículos que circulan por dentro. En una glorieta, es obligatorio acceder desde el carril derecho siempre que esté libre y sea posible.
- Circulación interior. El conductor debe circular por el carril exterior siempre que esté libre, y utilizar los demás para adelantar. Si éste va a tomar las últimas salidas o cambiar de sentido, lo más aconsejable es usar los carriles interiores y buscar el exterior progresivamente antes de llegar a la salida señalizando cada cambio de carril y respetando la prioridad de otros vehículos.
- Salida. En caso de que el tráfico haga imposible cambiar a tiempo al carril exterior, lo más seguro es dar otra vuelta para buscar la colocación adecuada. Es por ello que, al acercarse a la salida, el conductor debe estar situado en el carril exterior y señalizar la salida para que los demás conductores sepan que va a abandonar la glorieta.