Joel Qwiberg, una sonrisa y mucho trabajo como antídoto a la dura temporada

Cuando Joel Qwiberg llegó a la MLS, se acercaba a sus raíces y buscaba probar su valía como lateral izquierdo con velocidad y buen manejo del balón. Pero como en el fútbol hay cosas que no dependen del deportista, la puerta solo se fue abriendo justo cuando a San Jose Earthquakes se le esfumaba la temporada y cambió al entrenador, que irónicamente provenía de Suecia, tal y como él.

Sin embargo, el nacido en Bogotá, Colombia, y criado en Suecia, le confesó a AS USA que ve la situación diferente. “No lo llamaría coincidencia”, empezó por decir de sus cinco partidos como titular, el más reciente el 22 de septiembre.

“Diría que estoy haciéndolo mejor, aprendiendo mejor cómo funciona y cómo se juega la liga. El tipo de jugadores que enfrentas cada fin de semana. Creo que esa es la razón más grande”, explicó el número dos de San José.

Qwiberg no fue una contratación del ex entrenador Mikael Stahre, de hecho el lateral había cerrado su paso a MLS sin enterarse de que un compatriota sería su técnico en San Jose. Aún así, y con las referencias culturales que pueda tener de apoyo, Joel dice que como casi todos en el plantel, no tiene una respuesta concreta a por qué las cosas no salieron con el sueco.

“No creo que nadie tenga la respuesta. Cuando empiezas a perder juegos de forma consecutiva se mete tan adentro de la cabeza que empieza a afectar”, dijo en relación a la temporada en la que Earthquakes suma cuatro victorias, 19 derrotas y ocho empates.

El Colombo Suizo considera sin embargo que no se trata de falta de material. “Yo sé que tenemos mucho talento en este equipo”, pero la suma de errores caló en el plantel. “Hemos tenido errores que terminan en goles en multiples ocasiones. Yo mismo tuve un error que nos costó un gol en el partido ante Vancouver. Creo que es necesario sacarnos eso de la cabeza porque somos seres humanos. Y en el fondo de la cabeza lo sigues viendo y pensando”, apuntó.

En su caso, Qwiberg aceptó que se vio afectado tras firmar antes de comenzar la temporada y no jugar gran parte de ella. “Sí me afectó un poco la confianza”, confesó antes de relatar la única manera de encarar el asunto, “todo el tiempo pensé en estar listo para cuando tuviera la oportunidad. Creo que lo más fácil es descartarse uno mismo cuando está recién firmado y no logras mostrar inmediatamente que puedes aportar”.

El padre de Joel es un militar y su madre una educadora, de allí la mentalidad centrada y de tenacidad del lateral zurdo. “Si no juegas la primera parte de la temporada siendo un jugador recién firmado es fácil empezar a pensar demasiado y quizá deprimirse, sentir la necesidad de regresar a casa y esas cosas. Pero yo seguí trabajando duro para evitar eso”, relató.

No solo se trataba de mantenerse ocupado, en forma y no pensar demasiado, sino de tener un objetivo en mente, “quería demostrarle a todos que puedo ayudar al equipo y tener buenas presentaciones aquí”.

Las recientes oportunidades le han puesto de vuelta el sol de frente, y Qwiberg cree que está camino a su mejor versión. “Para mi confianza ha sido importante sentir que tengo suficiente para estar aquí, no creo que he tenido todavía un juego perfecto en algún momento. Tengo mucho que seguir creciendo y creo que lo puedo hacer de ahora en adelante poco a poco”.

A pesar de los duros meses del comienzo y que las oportunidades siguen siendo a cuenta gotas, Joel tiene intensiones de mantenerse en San José y seguir luchando por un puesto de relevancia. “Claro”, respondió rápidamente a la pregunta. “Una de las cosas importantes por las que sentí siempre que era importante mantenerme en forma aunque tomara tiempo tener oportunidades es porque estas oportunidades son base para seguir mostrando que puedo quedarme en el equipo”, sostuvo.

Qwiberg nació en Bogotá y fue adoptado a los seis meses de edad. Desde entonces, no ha puesto un pie en Colombia aunque lleva los nombres de la ciudad y el país tatuados en su cuerpo. Aprender algo de español, acercarse a sus raíces y quizá pisar pronto suelo colombiano, eran otras de las metas al llegar a MLS.

Por ahora, Joel quiere seguir estableciendo su nombre en una liga en la que encontró diferencias notorias a su experiencia profesional. “Tenía mucho respeto por la liga cuando llegué, ahora me encontré que aquí hay mucha organización y calidad ofensiva. Y no tanto defensivamente, realmente es la forma en que la liga está generada”, analizó.

“Los carrileros que enfrentas en esta liga son muy atléticos, muy rápidos, fuertes. Y creo que lo he aprendido a manejar de a poco. Estoy seguro que solo voy en ascenso”, remató.

A San José le quedan tres partidos antes de que se venga muy seguramente una reestructuración desde cuerpo técnico hasta la plantilla de jugadores, pero Qwiberg no quiere renunciar al sueño de hacer grandes cosas por el equipo que le abrió las puertas al continente que lo vio nacer.