Zverev cumple ante Munar y España se jugará la final en el dobles

La tortuosa ascensión que recorre España en la Final a 8 de la Copa Davis tenía como cima a Alexander Zverev, tercero del ranking mundial y el único top-10 que compite esta semana en Bolonia, y el de Hamburgo fue demasiado incluso para la Armada de los milagros, esa que desafía a todo tipo de lógica. El alemán de 28 años salvó a los suyos de la eliminación al cumplir con los pronósticos y batir a un desacomplejado Jaume Munar (7-6 (2) y 7-6 (5) en 1h59), que peleó hasta la extenuación e inquietó seriamente a uno de los pesos pesados del tenis mundial. Lo positivo para la Selección española es que la derrota de Munar se compensa con el sensacional triunfo de Pablo Carreño sobre Jan-Lennard Struff, por lo que el segundo finalista de la Copa Davis se decidirá en el dobles que, a continuación, disputarán Marcel Granollers y Pedro Martínez frente a Kevin Krawietz y Tim Puetz.

Jugaba Munar con el colchón que le había colocado minutos antes Carreño, cuya victoria sobre Struff (6-4 y 7-6 (6) en 1h44) permitió al balear jugar con red, sin complejos ante el coco de esta Davis. El objetivo parcial estaba cumplido. “Dejemos la eliminatoria 1-1 y ya Marcel se encarga”, llegó a decir el capitán David Ferrer en la previa del torneo, y el triunfo del asturiano aseguró, como mínimo, esta posibilidad. Pero la Armada quería más, y por eso Munar no especuló en ningún momento ante un Zverev muy acertado, que tiró de galones y huyó de los fantasmas de sus bajones. El español lo intentó de todas formas, pero el alemán concedió muy poco en la Feria di Bologna, donde todo se decidirá en el dobles. Como pidió Ferrer, como sucedió ante Chequia, Marcel se encarga con Martínez como escudero, aunque esta vez los rivales son de aúpa, porque Krawietz y Puetz son dos especialistas en la modalidad que juegan juntos durante todo el año y que se proclamaron campeones de las ATP Finals en 2024. Vienen, además, de batir a Horacio Zeballos y Andrés Molteni hace dos días, cuando salvaron tres bolas de eliminatoria.

La confianza con la que anda Munar últimamente está por las nubes, y eso es lo que explica que el de Santanyí pudiese llevar a un Zverev muy fino hasta dos tie-breaks. Con una actitud de 10, el español trató de desquiciar a su rival con un ritmo más trastabillado, pero Sascha no entró en la trampa. El de Hamburgo se hizo fuerte con el saque (83% de acierto en sus primeros servicios) y desgastó mucho a Munar, que corrió de lado a lado de la pista una y otra vez. Se le puede reprochar poco a Jaume, que en el primer set levantó el tempranero break de desventaja que recibió y forzó un desempate en el que Zverev no dio opción alguna con tremendos servicios y un par de aces. En la segunda manga, fue Munar el que llegó a estar break arriba.

Metió miedo en el cuerpo al bando alemán, que por momentos vio que se acercaba el tercer set, pero Zverev se encontró con algún que otro regalo de Jaume, quien últimamente no concede mucho. De ahí su enfado posterior. “Estoy un poco cabreado ahora mismo, siendo honestos, porque ha habido momentos del partido que dependían de mí y he fallado un poco de más. He estado un poco nervioso en según qué situaciones. Pero al final juegas contra Zverev, un gran tenista, y ha sido un partido muy competido. Vengo de donde vengo, estoy compitiendo con los mejores y no queda más que agachar la cabecita, seguir preparándonos para que esto salga mejor y recuperarnos, porque estoy convencido de que el dobles lo vamos a ganar”, dijo luego Munar en Movistar+.

A pesar de todo, sacar la bandera blanca jamás fue una posibilidad para el de la Armada, que al resto con 6-5 llegó a estar a un par de puntos de la tercera manga, aunque la resistencia de Sascha en momentos tensos fue también de admirar. En el tie-break, otra vez fue mejor el germano, determinado a darle a los suyos la que sería su primera Copa Davis desde hace 32 años. Munar, que hace dos días fue fundamental al batir a Jiri Lehecka para dar una vida extra a España, lo intentó, y solo queda aplaudirle, al igual que es digno de elogio el partido de Zverev. Por tercera eliminatoria seguida en esta copa del mundo, la Selección de David Ferrer se lo jugará a todo o nada en el último punto de la eliminatoria. En manos de Granollers y Martínez.

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