Alcaraz, a por los cuartos en Wimbledon arropado por su familia

Carlos Alcaraz se enfrenta hoy (sobre las 19:00, Movistar+) a Matteo Berrettini en los octavos de final de Wimbledon. Será el cuarto enfrentamiento entre el español y el italiano, que va por debajo en el cara a cara (2-1), segundo en un Grand Slam, tras el que vivieron en el Open de Australia 2022, con triunfo en cinco sets del romano, y el primero sobre hierba. Charly lo afronta feliz y arropado por una representación bastante amplia de su familia, empezando por su tío abuelo, Tomás González, y su padre, que responde al mismo nombre y se ha traído con él a otros dos de sus hijos, el mayor, el veinteañero Álvaro, y el pequeño, Jaime, de 11 años (solo falta Sergio).

Los dos estuvieron ayer, junto con su progenitor, en el entrenamiento del número uno. Álvaro, que juega bien al tenis, hizo de sparring, mientras Jaime, que ya compite en torneos de su categoría y apunta muy buenas maneras, seguía sus evoluciones sobre la Pista 1 de Aorangi Park. En un descanso, Carlos padre, que es entrenador, ilustró a sus tres hijos sobre empuñadura y posiciones de golpeo, antes de que el fisio, Juanjo Moreno, le sacara una foto, que puede convertirse en icónica, a la saga Alcaraz.

Con ese ambiente tan favorable, Carlitos espera vencer a un Berrettini que ha pasado de abandonar la pista entre lágrimas tras perder hace unas semanas en ­Stuttgart contra Sonego (6-1 y 6-2), a recuperar la sonrisa y ganar con solvencia tres partidos en el Grand Slam británico, el último ante ese mismo oponente. Finalista en 2021 (cayó ante Djokovic), solo ha podido jugar 17 partidos este curso por una lesión en la mano derecha, de la que fue operado, y problemas en la zona abdominal.

“No estaba seguro incluso de si iba a estar listo. Volé aquí y pensé que tal vez la atmósfera me ayudaría. Si me hubieran dicho hace unas semanas que iba a jugar cinco días seguidos en Wimbledon, habría firmado con mi sangre”, confesó Matteo, que está feliz de tener “la oportunidad” de enfrentarse “al mejor del mundo”. “Jugar contra Carlos, siempre ha sido un placer, una gran pelea y un desafío. Recuerdo verlo en Roland Garros por la televisión. Ahora voy a ser yo el que compita contra él”.

Alcaraz respeta mucho al transalpino: “Resta bien, gran servicio, buenos tiros... Si pongo todos los restos, podré hacer un buen partido. Tendré mis oportunidades. Creo que va a ser la clave”. El murciano de 20 años luchó contra una buena ración de cañonazos en la tercera ronda ante Nicolás Jarry y salió airoso. Hoy, más de lo mismo.