Sorribes: “Tengo que aprender a quejarme si me duele”

Tras un parón de seis meses por una lesión en el pie derecho, Sara Sorribes (Castellón, 26 años) regresó a las pistas y alcanzó los octavos en Roland Garros. El lunes ganó a Trevisan en Wimbledon y este miércoles (16:00, Movistar+) se enfrenta en la segunda ronda a la número uno del mundo, Iga Swiatek. Antes, la tenista patrocinada por Nara Seguros habla con AS sobre su presente y su futuro.

¿Lo que le ocurrió fue un punto y seguido o un punto y aparte para usted?

En cuanto a tenis, un punto y seguido. En cuanto a forma de afrontarlo y llevarlo, creo que un punto y aparte, porque ahora me veo mucho más tranquila, en el día a día, en el trabajo que tengo que hacer y con una experiencia que me ha dado lo que ha pasado y que me ha enseñado que un día puedes estar jugando y al día siguiente no. Esta Sara lo lleva mejor.

¿Qué medidas puede tomar para preservar más el físico?

Diría que tengo que aprender a quejarme, a decir cuándo algo me duele y no llegar al momento en el que ya está roto, porque tengo el umbral del dolor bastante alto. Siempre pienso que no va a pasar nada, pero sí que pasa. Creo que esa parte no es muy positiva y tengo que mejorarla.

¿Le podían las ganas?

Sí, es mi forma de ser, seguir tirando, pero si el cuerpo te está mandando señales, si te está avisando, has de aprender a escucharte un poquito mejor de lo que yo lo hacía.

¿Qué esperanzas y sueños tiene ahora que está, quizá, en su mejor momento?

Yo sí que lo creo, de ranking no, pero en cuanto a cómo me siento dentro y fuera de la pista, creo que sí, que estoy en un momento bueno, que tengo tranquilidad y más madurez que antes de la lesión y eso me ayuda a afrontarlo todo mucho mejor. En cuanto a objetivos o números, no soy mucho de eso, pero sí que noto que tengo esa fuerza de intentarlo, de quererlo y de buscar todo para estar mucho más arriba.

Su estilo de juego (revés cortado, buenas voleas, subidas a la red…) debería ser bueno en hierba…

Eso pienso yo también, que es una superficie que se me puede dar bien. Lógicamente, dudo que acabe siendo una especialista, pero sí que creo que tiene cosas que me pueden ayudar y que me pueden servir también para mejorar. Y lo bueno es que a mí me gusta, que eso para hacer algo ya es muy importante.

¿Qué ha mejorado tenísticamente en este tiempo y qué quiere mejorar todavía más?

El saque es lo que más he mejorado. Quizá porque era lo que más desequilibrado estaba. ¿Qué quiero mejorar? Absolutamente todo, porque creo que el margen es muy grande y tengo suerte de tener gente al lado que me ayuda mucho, que sabe cómo hacer que mejore.

Se ha establecido con un equipo en el que se ve que hay bastante buena sintonía y que ha estado ahí con usted en los momentos difíciles. ¿Qué me puede decir de eso?

Pues que tengo mucha suerte. Tanto con Paco (Fogués), como con Silvia (Soler) y Blanca (Bernal). Porque son personas que van más allá de lo que se ve puramente dentro de la pista y para mí eso es algo básico, fundamental y que yo necesito. Así que tengo mucha suerte de contar con personas que sé que están en mi día a día en el tenis, pero que ojalá el día que no haya tenis estén también, yo creo que seguirán estando. Así que eso a mí me hace muy feliz.

Y ahora, Swiatek, aunque Wimbledon no es su mejor torneo ¿Cómo lo ve?

Pues como una oportunidad de competir, aunque muchas veces arrasa y no tienes esa posibilidad, como cuando arrasaba Serena. Si pasa eso, será complicado. Voy a intentar ir poco a poco, punto a punto, pelear por todas las pelotas para ver si tengo alguna opción y la puedo aprovechar. Que me toque jugar con Iga en la Central… Soy una privilegiada y una afortunada. Ojalá sea un buen partido.

¿La WTA ha anunciado un plan para que las tenistas jueguen torneos cada vez mejores, intentando que haya igualdad de premios con los hombres. ¿Cómo lo ve?

Siempre es positivo, todo lo que sea para mejorar siempre lo es. Es verdad que con el tiempo que he estado fuera, no he estado en las reuniones, por lo tanto no me he enterado mucho, pero yo creo que todo lo que sea tirar para arriba, es mejorar y que haya cada vez más torneos y cada vez más oportunidades para que también haya, quizá, más jugadoras que puedan conseguir ganarse la vida.