TENIS | WIMBLEDON

Eubanks, de no poder “mantener el equilibrio” en hierba a cuartos en Wimbledon

El estadounidense de 27 años y 43º del mundo, ayudado por los consejos de Kim Clijsters, sorprende a Tsitsipas. Le espera Medvedev.

Wimbledon
TOBY MELVILLEREUTERS

La de Christopher Eubanks es la gran historia del cuadro masculino de Wimbledon este año. El estadounidense sorprendió este lunes al griego Stefanos Tsitsipas, cabeza de serie número cinco, a quien venció por 3-6, 7-6 (4), 3-6, 6-4 y 6-4 en 3h04, y jugará el miércoles los cuartos de final contra el ruso Daniil Medvedev, que pasó por retirada del checo Jiri Lehecka cuando le vencía por 6-4 y 6-2. A principio de 2023, solo los especialistas o aficionados al tenis muy entendidos, conocían a este jugador de explosión tardía que apenas sabía jugar sobre hierba y ahora es uno de los ocho mejores en el Grand Slam británico. Sus colegas y amigas Coco Gauff y Naomi Osaka ya se lo decían. “Es un sueño hecho realidad. Sí, es realmente difícil ponerlo en palabras, pero poder salir hoy y jugar de la manera que lo hice, simplemente asimilar todo, es surrealista. Realmente, no puedo describirlo. Sería mejor si ustedes hicieran preguntas. Creo que eso podría hacer las cosas un poco más fáciles”, se extendía el norteamericano, emocionado, en rueda de prensa.

Hace unos días, en Mallorca, Eubanks, cuyos ídolos son Arthur Ashe y Roger Federer, compartió unos mensajes de Whatsapp que intercambió con Kim Clijsters, dos veces semifinalista de Wimbledon y ganadora de cuatro Grand Slams. “La hierba es la superficie más estúpida para jugar al tenis, no sé por qué estamos jugando en una pista que es tan desigual, ¡no puedo tener el equilibrio!”, le escribió el jugador nacido hace 27 años en Atlanta. La belga le dio buenos consejos: “Trate de hacer pequeños ejercicios de juego de pies todos los días en el entrenamiento, incluso algunos juegos de mini-tenis. Usa ‘open racket’ (que la cara de la raqueta esté ligeramente inclinada hacia arriba) y juega en las dos zonas de servicio. Mantente abajo, use el cortado de derecha y de revés. Solo para el juego de pies”. Y hoy, como desde cuando llegó a Londres, Christopher los siguió: “Todo, desde darme cuenta de que tengo dos credenciales en Wimbledon para el resto de mi vida, revisar mi teléfono y ver mi nombre en una alerta de ESPN, hasta darme cuenta de cuánto me disgustaba el césped al comienzo de la gira”, respondía, en una de esas preguntas que había pedido, al hablar de lo que más le impactaba en estos momentos.

Eubanks, que trabaja como analista para Tennis Channel, había hecho una campaña discreta sobre césped, con derrotas en octavos del Challenger de Surbiton y las primeras rondas de Stuttgart y Halle antes de llegar al Mallorca Championships y hacerse con el título con un triunfo ante el francés Adrian Mannarino en la final, tras salvar el día anterior cinco puntos de partido en las semifinales ante el sudafricano Lloyd Harris.

Con la confianza por las nubes, Chris, hijo de un predicador baptista y devoto creyente, viajó a Londres y después de eliminar a Montero, Norrie, O’Connell y Tsitsipas, es el 13º debutante que llega a cuartos en Wimbledon. El 12º fue el ruso Román Safiullin el pasado domingo. Es la primera vez en Era Open que dos neófitos en el torneo llegan tan lejos. “Empecé a jugar al tenis en Atlanta. Mi hermano mayor jugaba, mi padre se involucró en su aprendizaje y yo me uní. Empecé a jugar torneos locales y tuve la suerte de vivir en una ciudad en la que había muchos tenistas que me ayudaron a pasar por las tribulaciones que vive un jugador. Como Jarmere Jenkins, que fue sparring de Serena Williams; y Donald Young, que fue como un hermano mayor para mí desde los 15 años”, contó, tras ganar a O’Connell, Eubanks, que jugó tres años en la Universidad Georgia Tech antes de convertirse en profesional en 2017 y que se perdía los sermones de su padre por culpa de los torneos.

Simpatía y fe

Humilde, muy sentido (lloró cuando entró por fin en el Top-100 el pasado mes de marzo en Miami y ahora es el 43º del ranking), Christopher es querido en el circuito, y bastante dicharachero. El sábado pasado estuvo un buen rato charlando con exjugador Stan Smith, el actor Hugh Jackman y sus compañeras y compatriotas Jessica Pegula y Coco Gauff, que estuvo animándole en el partido contra Tsitsipas. Su próximo rival, Medvedev, alucinó con él cuando le ganó hace unos meses en Miami: “No le teme a nada. Solo va a por ello. Golpea muy, muy rápido y se va a la red tan pronto como tiene oportunidad. Y tiene un gran saque (lleva 85 aces en el torneo, el que más)”. Quizá es así, porque se apoya en la religión: “Una de las principales ventajas de tener fe es ponerla en cada paso de la vida, también en el tenis. Se trata de confiar en que si haces lo que se supone que debes hacer, funcionará”.

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