Djokovic mima la hierba en su 29ª victoria seguida sobre ella
El serbio vence al argentino Cachín en tres sets de un partido que estuvo parado por la lluvia y en el que colaboró para secar el césped. Le espera Thompson.
El que fuera jardín de Roger Federer durante 22 años (1999-2021) tiene ahora un nuevo dueño en ausencia del suizo, retirado el año pasado. Es Novak Djokovic. El siete veces campeón del torneo, inició en la pista central de Wimbledon el camino que puede llevarle a un octavo título, con el que igualaría el récord masculino del propio Federer. Lo hizo con un triunfo en tres sets (6-3, 6-3 y 7-6 (4)) ante Pedro Cachín en las dos horas y 12 minutos de tiempo real de un partido que se alargó más por culpa de la lluvia, que obligó a pararlo. Ahí demostró el serbio el amor que tiene por la hierba del All England Club, cuando, en tono de broma, con toallas ayudó a secar algunas partes del fondo de la Central en el que estaba.
“Sé que fue frustrante para la gente, que estuvo esperando a que volviéramos a la pista. Queríamos jugar, pero las condiciones no eran geniales, la pista resbalaba mucho con el techo. Cuando se abrió, fue otra historia. Este es el templo del tenis, el santo grial, es muy especial. Fue divertido hacer algo diferente secando con las toallas, espero que al público le gustara”, expresó Djokovic, encantado con su plácido estreno, al ralentí, en el Grand Slam británico. “Es como una segunda casa, sí, y menuda segunda casa. “Venir a Wimbledon en mi carrera siempre había sido un sueño, ganarlo también, soñaba con ello cuando era niño. En cada victoria conecto con el niño pequeño de Serbia que ansiaba vencer en el torneo más grande del mundo. Es una bendición y un sentimiento precioso el estar aquí”, añadió.
Novak fue mejor que su rival en todo. Sumó 45 golpes ganadores y 19 errores no forzados, subió bastante a la red (35 veces) y tuvo 11 oportunidades de quiebre, de las que convirtió cuatro. El único borrón, leve, el break que encajó en el tercer set con el encuentro controlado. Así sumó su 29ª victoria consecutiva en Wimbledon y sobre hierba. No pierde desde la final de Queen’s 2018, cuando le superó el croata Marin Cilic. Más de cinco años de éxitos. Nunca ha caído en una primera ronda del campeonato inglés, en 18 apariciones (lleva 71 en majors).
Mucha diferencia
La distancia entre Djokovic (36 años y número dos del mundo) y Cachín era sideral. El argentino de 28 y 68º solo había jugado un partido sobre hierba, la semana pasada en Mallorca, con derrota ante el alemán Yannick Hanfmann en la primera ronda. El balcánico tiene un balance de 110 victorias y solo 18 derrotas en ese terreno. Aun así, estuvo elegante al valorar a su rival: “Pedro ha jugado muy bien y se merece un aplauso. Especialmente en el tercer set, ha sacado muy bien y muy preciso, no es fácil romperle el saque. En el tie-break he empezado mejor y eso me ha ayudado a cerrar el partido. Es la primera vez que jugaba contra él, es muy joven y muy fuerte, ha demostrado que puede jugar muy bien en hierba. El primer partido para mí siempre es complicado, no había jugado todavía en hierba y es distinto, lleva más tiempo que cualquier otra superficie para adaptarse”. Desde ahora, Djokovic irá aumentando la velocidad de su maquinaria. El miércoles se enfrentará en segunda ronda al australiano Jordan Thompson: “Vamos paso a paso, y ojalá en el siguiente partido suba mi nivel de tenis”.