Sorribes explica su polémico episodio con Bouzkova y Kato en Roland Garros
La española repasó el episodio con las risas con Bouzkova en Roland Garros tras la descalificación de Miyu Kato tras un pelotazo a una recogepelotas.
Sara Sorribes demostró en el US Open que está atravesando por uno de los mejores momentos de la temporada tras conquistar el título en Cleveland y derrotar en primera ronda del US Open a una de las cabezas de serie del torneo, la ucraniana Anhelina Kalinina.
Una Sorribes que no dudó en responder en rueda de prensa sobre uno de los momentos más polémicos que ha tenido que afrontar este año: las risas que tuvo con su compañera de dobles, la checa Marie Bouzkova, tras la descalificación en Roland Garros de la dupla formada por Aldila Sutjiadi y Miyu Kato después de que Kato golpease de forma involuntaria a una recogepelotas que entró en pánico tras el impacto y se echó a llorar.
Un episodio sobre el que Sorribes asegura que tanto ella como Bouzkova han pasado página y donde lamentó que Kato quisiera desviar la atención del pelotazo. “Bueno, fue muy complicado. Y a día de hoy todavía, cuando salen cosas, tanto Marie como yo estamos tranquilas, pero es difícil ver como una persona que ha cometido un error, no lo quiere aceptar. Y lo único que hace es tirar balones fuera y decir que es culpa nuestra cuando nosotras no tenemos la culpa. Ella le pegó un pelotazo. Las imágenes, los que las quisieron sacar bien, las sacaron bien. Otros sacaron las imágenes a cámara lenta, que creo que no hace justicia. Ella le pegó desde lejos. Le pegó aquí. La niña lloró. El árbitro nos preguntó qué había pasado porque no la había visto. Le dijimos que estaba llorando y que le había pegado un pelotazo. La realidad”.
Sorribes también quiso argumentar que las risas no se debían al pelotazo de Kato, sino que se debía a la forma que tiene de comunicarse con Bouzkova durante los partidos. “Cuando yo me siento y me pongo a reírme es porque yo hablo con Marie en español. Marie habla muy bien, pero dice muchas palabras que no existen. Por lo tanto, me dijo dos palabras que no. Y yo con toda la tensión me reí. Pero nada que ver con el partido, nada que ver con ellas y nada que ver con la situación que estaban viviendo. Entonces, más allá de eso, creo que la gente que nos conoce y la gente que nos ve en el día a día opina totalmente diferente. Pero primero lo tiene que aceptar ella. Hasta que no lo acepte, va a seguir echando balones fuera”.
Pese a este incidente Sorribes cree que esto no le ha afectado en su relación el resto de tenistas del circuito WTA. “Me tratan igual. Porque creo que he tenido un recibimiento muy bueno desde mi vuelta. Cosa que incluso me sorprendía de cuánta gente me venía a decirme. Me alegro un montón de que hayas vuelto. Y con eso, incluso tuve jugadoras que me dijeron que no es la primera vez que le podía haber pasado esto a esta jugadora. De hecho, hay vídeos en los que ella no es la primera vez que lo hace. Es la primera vez que le pega, pero no es la primera vez que lo hace. Entonces, no puedes estar echando balones fuera toda la vida. Tienes que aceptarlo. Pero entiendo que las culturas son distintas”.