Jannik Sinner: “Espero estar al 100% en un par de días”

A cuatro días del inicio de la defensa de su título en el US Open, el próximo martes en el estadio Arthur Ashe contra el checo Vit Kopriva, Jannik Sinner ultima la puesta a punto en las pistas del Grand Slam estadounidense, ya casi completamente recuperado de la enfermedad que le impidió competir en igualdad de condiciones con su gran rival, Carlos Alcaraz, el pasado lunes en la final de Cincinnati.

“En primer lugar, estoy muy feliz de estar de vuelta aquí”, dijo el italiano de 24 años recién cumplidos, en el día de medio del major neoyorquino. “Es un gran torneo. Es el último Slam que tenemos en la temporada, así que, las motivaciones son muy altas. Físicamente me siento bien. Me he recuperado en su mayor parte, todavía no al cien por cien, pero nuestro objetivo es llegar a él en un par de días. Así que debería estar bien para el torneo”, reiteró Sinner, antes de revelar algún detalle, no demasiado específico, sobre lo que le había ocurrido en Mason. “Fue un virus que también tenían otros jugadores. Solo se traba de dormir y recuperarse. Nada loco”.

Como era de esperar, porque desde hace tiempo resulta inevitable, a Jannik le preguntaron por su rivalidad con Alcaraz, en concreto el hecho de que ahora sean ellos dos, y no tres, como en la época dominante de Federer, Nadal y Djokovic, los que gobiernen en el circuito. “Si no seguimos mejorando, los jugadores nos alcanzarán. Es solo cuestión de tiempo. Yo estoy tratando de entender en qué puedo trabajar. Tenemos ciertas áreas del juego en las que ciertamente podemos hacerlo. Desde mi punto de vista, eso es positivo. Solo me hace mejor tenista. Tener rivalidades, es genial. Es bueno para el deporte, para la visión personal porque, a veces, cuando estás cansado en un entrenamiento, tratas de simular ciertas cosas, porque pueden suceder en el partido real. Por el momento, Carlos y yo estamos compartiendo grandes trofeos, pero las cosas pueden cambiar. Nunca se sabe. Hay grandes, grandes jugadores por ahí, y en el camino a la final, es muy difícil”.

Estilos diferentes

El transalpino analizó también las diferencias entre el murciano y él. “Somos dos jugadores distintos. Creo que Carlos es muy rápido en la pista. Con otros rivales, el punto podría terminar pronto, pero él llega a ciertas pelotas, por lo que puede leer el juego de una manera diferente. A veces hay intercambios más largos. Ahora nos conocemos mejor. Es todo muy táctico. Él prepara el partido de una manera diferente a como solía. Mi equipo y yo hacemos lo mismo. Tenemos diferentes estilos de juego, pero también somos distintos dentro y fuera de la pista”, valora Sinner, que señala un punto que tiene en común: “Nos entrenamos muy duro. Y tomamos decisiones en función del tenis. Ahora es nuestra primera prioridad y tiene que serlo, porque son muy pequeños los detalles que marcan la diferencia”.

El pelirrojo, que echa balones fuera cuando le cuestionan sobre qué cambiará en el deporte de la raqueta (“Muchas cosas, pero no las voy a decir”, contesta), contó una promesa que les hizo a sus padres cuando empezó a dedicarse al tenis. “Les dije que si tenía 23, 24 años y no estaba por debajo de los 200 mejores, pararía, porque no teníamos dinero para pagarlo. Pero con 18 años empecé a ganar dinero y eso me dio seguridad. A veces solía decir que quería ser número uno y ganar Grand Slams, pero lo que he logrado supera mis sueños”, reconoce Sinner, que en este punto de su trayectoria ya entiende su “potencial”. “Sé que si juego bien puedo ganar torneos, mi punto de vista es diferente. Pero de niño hubiera sido feliz pensando en que estaría en el top-100”. Ahora, desde el trono mundial, sus aspiraciones son mucho mayores.

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