Sinner contraataca
El italiano, muy autocrítico con su actuación en la final del US Open, anticipa cambios en su juego. Recuperar el saque y aumentar la variedad, sus objetivos.
Lo sabían, pero no pudieron pararlo. “Carlos intentará hacer algo diferente a lo que hizo en la final de Wimbledon, así que nosotros tenemos que prepararnos”, advirtió uno de los entrenadores de Jannik Sinner, Simone Vagnozzi, antes de la final del US Open. Desde el equipo del italiano, tenían claro que, en Nueva York, se encontrarían un Alcaraz muy distinto al que cedió en Londres. Y así fue. El español, que había preparado meticulosamente un posible duelo contra su némesis, dio un paso al frente para recuperar el trono del tenis mundial. Ahora, el balón cambia de tejado. Sinner, que llevaba 65 semanas como número uno del ranking, es quien deberá contraatacar. Y está muy dispuesto a ello.
Tras caer en la Gran Manzana, el italiano fue muy autocrítico y reconoció la evolución de Alcaraz. “Ha mejorado. Las cosas que hice bien en Londres, él las hizo mejor hoy. Ese es el resultado. Sentí que él estaba haciendo todo un poco mejor, especialmente sirviendo, en ambos lados, con golpes muy limpios. Le doy mucho crédito, porque manejó la situación mejor que yo”, analizó Sinner, que anticipó el inicio de una nueva etapa para él. El italiano, que desmenuzó varios de los aspectos en los que debe mejorar, está dispuesto a dar un pasito atrás para dar dos adelante. “Quizá pierda algunos partidos más a partir de ahora, pero haré cambios para ser un jugador más impredecible”, aseguró. Y tiene claros los aspectos en los que debe mejorar.
En primer lugar, siendo algo que procede directamente de esa “impredecibilidad”, está la variedad de golpes. En los intercambios monótonos de poder a poder (derechazo viene, derechazo va), nadie es más consistente que Sinner. “Desde la línea de fondo, es mucho mejor que yo”, llegó a gritar Alcaraz, desesperado, en la final de Wimbledon. A puro ritmo, el italiano es capaz de ahogar a cualquier jugador... con Carlitos como única excepción. Especialmente, en su última versión, un antídoto preparado ad hoc. “En Wimbledon, (Alcaraz) estuvo más pendiente de tapar todo lo agresivo que podía ser Sinner y, aquí, hemos intentado que fuera al contrario, meter primero la presión con mucho dinamismo, cortados y cambios de altura”, explicó Juan Carlos Ferrero, que confesó “una conversación tras Wimbledon” para afrontar futuros duelos contra el italiano.
AS responde
Alcaraz y Sinner se retroalimentan y se obligan mutuamente a mejorar. Esta rivalidad los hará mejores a los dos si no quieren quedarse atrás.
Hola, Rafa. Tienes toda la razón. El salto que ha dado Alcaraz en madurez y mentalidad este año seguro que no hubiera sido igual de no tener enfrente a Sinner.
Las voleas, el revés cortado, derechas distintas...
Ahora, Sinner también quiere evolucionar en esa dirección. “No saqué y voleé ni una vez, no usé mucho la dejada. Para enfrentarme a Carlos, tengo que salir de la zona de confort”, añadió en sus palabras tras la final del US Open. Esos golpes, como se deduce de sus propias palabras, serán algunos de sus nuevos focos de atención. Las voleas, de hecho, hace tiempo que son una preocupación dentro de su equipo. A finales del año pasado, antes de las ATP Finals, Sinner visitó a Radek Stepanek, uno de los grandes maestros en la materia, para trabajarlas de forma específica. Con el exjugador checo o por otras vías, volverá a hacer hincapié en ello.
Más allá del apartado mencionado, otros ámbitos de mejora de Sinner podrían pasar por un mayor abanico de derechas (añadir algunas menos planas, con más altura y más revoluciones), un mayor uso del revés cortado (uno de los recursos más explotados por Alcaraz contra el italiano) y, sobre todo, por la recuperación de su mejor versión al saque. “Mi servicio tampoco estuvo al nivel, y ya había sido una lucha durante el torneo”, admitió el propio Jannik. El saque siempre ha sido una de las mejores armas del italiano. En Flushing Meadows, sin embargo, sus números fueron muy pobres. Especialmente, en la final, en la que sólo jugó con un 48% de primeros y ganó un 69% de puntos con ellos (Alcaraz estuvo en un 61% y un 83%, respectivamente). La hoja de ruta del contraataque.
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