Ruud ya espera en la final del Godó

Se cumplieron todas las previsiones y Casper Ruud estará en la final del Godó mañana, la segunda consecutiva tras Montecarlo, quizás contra el mismo rival que en el principado monegasco: Tsitsipas juega esta tarde contra Lajovic. Para meterse en la final de Barcelona derrotó en dos sets a un Etcheverry peleón en la primera manga y más débil mentalmente en la segunda. Pero puede irse con la cabeza muy alta tras haber peleado la primera semifinal de su carrera y nada más y nada menos que ante el sexto mejor jugar del ránking ATP.

El paso de Ruud por Barcelona está siendo meteórico. Es el único jugador que no ha perdido ningún set. El noruego no dio el mejor espectáculo posible, estuvo un punto irregular, pero sí supo imponer su mayor calidad en los momentos decisivos del partido. En el tie-break primero, cuando olió sangre después: “Ha sido mi mejor partido, tuve un poco de suerte en el tie-break pero me pudo imponer”, dijo tras el partido. Mañana jugará por ganar el que sería su primer ATP 500 y el mejor título de su carrera.

El primer set fue la constatación de que Etcheverry está en un gran nivel y que, en cierta manera, fue más regular que Ruud. Seguro de su saque, castigando con voleas y aprovechando sus oportunidades. Algún juego en blanco sirviendo, muchos más problemas para el noruego desde el servicio, pero en general fue un set igualado. Impredecible, imprevisible. Cuando Ruud estuvo en disposición de ganar rápido falló. Se precipitó. Una mala dejada, una derecha larga… Dio más vidas de la cuenta a su rival. Se puso sacando 30-0 con 4-2, pero regaló el juego. Y Etcheverry, evidentemente, lo aprovechó. Porque está lejos de Ruud en el ránking, pero eso no significa que no encontrara la manera de hacerle daño. Le castigó el revés y se valió de su poderoso saque para forzar el tie-break. Cuando Ruud estuvo acertado, agresivo y con piernas no tuvo rival, pero no consiguió mantener ese nivel a lo largo del partido. Salvó una bola de set (dos el argentino) para acabar ganando en el desempate 8-6.

Las sensaciones del primer set se trasladaron al segundo. Ruud rompió y se puso 30-0 para el 2-0, con Etcheverry mentalmente caído, pero volvió a regalar el juego. Esa fue la tónica: a Ruud le costó demasiado confirmar las ventajas, cerrar los juegos. Y otra vez Etcheverry se coló por esa pequeña rendija. ‘Contrabeak’ para, sin embargo, volver a perder la ventaja (4-2). La rapidísima derecha de Ruud le hizo mucho daño, sobre todo al resto. Etcheverry vivió de un servicio excelente y de su impecable gestión tras el resto, pero no tuvo opción de pelearle la segunda manga al noruego.

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