Rune hace de coco ante Carreño para adelantar a Dinamarca
El número uno de los daneses hace valer su condición de estrella de la eliminatoria para batir a Carreño y abrir con victoria el duelo frente a España. Munar, a por el empate.
Sin Carlos Alcaraz, baja de última hora en la eliminatoria de Qualifiers de Copa Davis que enfrenta a España con Dinamarca, la gran estrella en Marbella pasó a ser Holger Rune, 11º del ranking mundial e indiscutible líder de los nórdicos. Ante ello, en busca de desactivar al referente visitante, gran favorito para ganar sus dos puntos de individuales y colocar a los daneses a un solo punto de la victoria, David Ferrer activó una especie de plan ‘anti-Rune’ que tuvo nombre y apellidos: Pablo Carreño, pues el gijonés había batido a Holger en tres de sus cuatro enfrentamientos previos. Lo intentó el español en el duelo que abrió la eliminatoria en Puente Romano, pero Rune se encargó de demostrar que es el coco en la localidad malagueña al vencer por 7-5 y 6-3 en 1h40. En el segundo y último partido de la jornada, Jaume Munar tratará de poner el empate frente a Elmer Moeller.
Se juntó que Rune se siente muy a gusto en Copa Davis, en la que ha ganado 10 de los 13 partidos que ha disputado desde su debut en 2018, y que también se desenvuelve a las mil maravillas sobre tierra batida. De hecho, su único título este año es en esta superficie (Barcelona), como tres de los cinco que tiene en su palmarés. Carreño, de 34 años y 123º del ranking mundial, fue de la partida también porque su veteranía en la copa del mundo de tenis pesaba sobre un equipo que, quitando al de Gijón, no tiene tanta experiencia en estos lares.
Ni mucho menos fue un mal papel el que completó Carreño, que enseguida puso en apuros a Rune con tres bolas de break que fueron salvadas. Sí que cayó el break en el segundo turno de saque del nórdico, aunque poco le duró la alegría a Pablo, que cedió su servicio de inmediato. Parecía la primera manga encaminada al tie-break, con un juego muy propio de tierra batida: ambos tenistas pusieron efectos endiablados a su bola, juegos largos y oportunidades al resto. Pero Rune, frío como el hielo, ni siquiera se derritió ante el sofocante calor que obligaba a que la grada fuese un constante aleteo de abanicos. Aprovechó las dudas de Carreño cuando el de la Armada sacaba para forzar el desempate y se anotó la primera manga.
Le hizo daño al español ese tropiezo, y Holger olió la sangre para colocar un rápido 0-3. De ahí se pasó al 3-4, aunque cuando Carreño sacaba para igualar el segundo parcial, de nuevo un inoportuno quiebre de Rune le sirvió el primer punto a Dinamarca en bandeja de plata. Si el guion previsto se sigue, ese que dice que el número uno de los daneses debería ganar sus dos partidos individuales (mañana, en teoría, se mide con Jaume Munar), España no tiene margen de error en los otros tres encuentros. Al primero que le toca cumplir es, precisamente, a Munar, número uno del equipo, que a continuación se enfrentará al joven Elmer Moeller en un duelo que no se le debería escapar al conjunto de David Ferrer.
“Nuestro objetivo era empezar bien, hemos entrenado bien y queremos hacerlo lo mejor posible. Ojalá sigamos así hoy, sería un sueño empezar con 0-2, pero si no, estamos listos para luchar”, aseguró Rune en rueda de prensa, donde se mostró feliz por jugar en tierra y por el apoyo recibido por un par de centenares de ruidosos aficionados daneses. “Me alegra que se juegue en tierra. Sinceramente creo que nos viene bien al equipo, Elmer ha ganado bastantes Challengers en tierra y ahí yo he tenido algunos de mis mejores resultados. Claro que preferiría jugar en casa, pero es un privilegio y encima hay mucha gente danesa. El escenario es precioso, es un club increíble”, añadió el de Gentofte, que no cerró la puerta a jugar el domingo un dobles en el que, inicialmente, no está nominado. “Veremos. A ver qué pasa en el siguiente partido, pero las cosas seguro que pueden cambiar mañana”.
Carreño, por su parte, lamentó no haber jugado mejor en los momentos importantes. “Empecé bien el partido, conseguí un break que se me escapó muy rápido. Fue muy igualado, quizás él fue superior al inicio del segundo set pero conseguí remontarlo. En los momentos importantes, él logró hacerme daño con su saque y yo no hice lo mismo”, achacó el asturiano, satisfecho pese a ello por volver con la Selección. “La Davis es una competición diferente, hace ilusión. Jugarla en casa también. Tras la lesión, volver a estas eliminatorias es bonito. Hoy me he sentido cómodo desde el principio, otras veces he notado la tensión al empezar, y hoy me he notado tranquilo. Lo he disfrutado mucho más”, añadió Pablo, preparado para jugar este domingo, en el que está nominado para cerrar la eliminatoria ante Moeller. “Para eso hemos venido, para ayudar en lo que haga falta. Si el capitán cree oportuno que juegue, allí estaré. Me habría encantado ganar, pero hay que pensar en positivo. He dado un buen nivel, pero jugaba contra un rival que es prácticamente top-10 y en una superficie en la que le gusta. Yo estoy disponible”.
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