Otro terremoto en el tenis: Swiatek, suspendida por dopaje
La polaca, número dos del mundo, acepta una suspensión de un mes por un positivo en trimetazidina del que se ha resuelto que Swiatek no es culpable.
Apenas tres meses después del terremoto que provocó el doble positivo de Jannik Sinner, el dopaje vuelve a agitar con fuerza el mundo del tenis. En esta ocasión es una de las grandes estrellas del circuito femenino, Iga Swiatek, la que se ha visto envuelta en un caso de doping. La polaca, ganadora de cinco Grand Slams y número dos del mundo, ha aceptado una sanción de un mes por parte de la Agencia Internacional de Integridad en el Tenis (ITIA, por sus siglas en inglés) después de dar positivo en trimetazidina. Swiatek, como Sinner, escapa de una importante sanción ya que se ha resuelto en la investigación que la de Varsovia “no tiene culpa o negligencia” en este resultado adverso.
La sanción de un mes, que entró en vigor este 27 de noviembre, no afecta al calendario de Swiatek, que podrá jugar el próximo Abierto de Australia (del 12 al 26 de enero de 2025) sin problemas. Sí que estuvo obligada a perderse hasta tres torneos entre septiembre y octubre, todos ellos de la gira asiática y destacando los WTA 1.000 de China y Wuhan, por la suspensión provisional que recibió el 12 de septiembre, exactamente un mes después de la prueba de orina en la que se registró un nivel positivo de trimetazidina. La suspensión provisional para la polaca fue del 22 de septiembre al 4 de octubre, aunque pudo volver a jugar tras recurrir este castigo. De ahí su ausencia de dos meses entre el US Open y las WTA Finals en las que perdió el número uno. “Necesitaba un parón después del US Open, y ahí estaba Aryna justo detrás de mí, así que sabía que la consecuencia iba a ser perder el número uno. Pero, desafortunadamente, eso es lo que necesitaba hacer”, dijo Swiatek hace dos semanas en AS, dejando entrever que estuvo obligada a parar.
Además del mes de suspensión, la pentacampeona de grandes pierde el dinero ganado en el WTA 1.000 de Cincinnati, en el que llegó a semifinales y se embolsó unos 150.000 euros. ¿Y por qué no hay un gran castigo para Swiatek? Pues, porque al igual que Jannik Sinner, Iga ha sido capaz de demostrar que la sustancia ha llegado a su cuerpo a través de una contaminación y no de forma voluntaria. “La ITIA aceptó que el test positivo fue causado por la contaminación de un medicamento sin receta regulado (melatonina) fabricado y vendido en Polonia que la jugadora había estado tomando por el jet lag y problemas del sueño. Por lo tanto, la violación no fue intencional”, aclara el organismo regulador del dopaje en el tenis. “Esto fue seguido por entrevistas con la jugadora y su entorno, investigaciones y análisis de dos laboratorios acreditados por la Agencia Mundial Antidopaje. En relación al nivel de culpa de la jugadora, como el producto contaminado era un medicamento sin receta regulado en el país de origen y compra, y considerando las circunstancias de su uso, el nivel de culpa de la jugadora se considera en lo más bajo del rango de ‘no hay culpa significante o neglicencia’”, aclara la ITIA en su comunicado.
El 12 de agosto, a tres días del debut de Swiatek en Cincinnati, es cuando se produce la prueba de orina en la que la de Varsovia da positivo en trimetazidina, un agente metabólico antiisquémico que se suele usar para tratar anginas de pecho y que está en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), ya que mejora el funcionamiento del corazón. El caso de la patinadora rusa Kamila Valieva, inhabilitada durante cuatro años por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), por el uso de trimetazidina es uno de los casos más recientes y mediáticos que tienen que ver con este producto. Al ser considerada por la ITIA una “sustancia no específica”, Swiatek precisaba de una TUE (exención de uso terapéutico) para poder hacer uso de ella, y al no contar con dicha TUE recibió, justo un mes después, la sanción provisional por la que se tuvo que perder tres torneos de la gira asiática. Días después, el 22 de septiembre, Swiatek apeló la suspensión provisional ante el presidente de un tribunal independiente, alegando que el medicamento de melatonina que tomaba estaba contaminado con trimetazidina.
Esta contaminación pudo ser confirmada tras ser analizado el medicamento en el Laboratorio de Investigación y Pruebas de Medicina Deportiva (SMRTL) de Utah, independiente y acreditado por la AMA, y un científico independiente de otro laboratorio verificó este suceso. Por ello, la ITIA explica que no tuvo problemas en levantar la sanción provisional a Swiatek, que pudo finalizar su temporada jugando las WTA Finals de Riad (cayó eliminada en fase de grupos) y la Billie Jean King Cup de Málaga (Polonia perdió en semifinales). Incluso, ese tiempo que estuvo apartada provisionalmente cuenta del mes de castigo que ha recibido finalmente, por lo que la inelegibilidad de la exnúmero uno mundial finalizará el próximo 4 de diciembre, apenas siete días después de haber entrado la suspensión definitiva.
Swiatek habla de una “suspensión simbólica”
Poco después de hacerse pública esta noticia, llegaron las reacciones. Una de las primeras en hablar fue, evidentemente, la propia Iga Swiatek, que compartió en sus redes sociales un vídeo de más de seis minutos, en polaco, explicando estar aliviada tras “haber demostrado” su “inocencia”, además de referirse al castigo como “una suspensión simbólica de un mes” después de una situación que “casi le rompe el corazón” y en la que ella “no tenía control”. “Me impactó y esta situación me ha hecho estar con mucha ansiedad. No podía entender cómo era posible, nunca había oído hablar de esa sustancia. Tenía una sensación de injusticia, de inmediato reaccionamos y cooperamos con la ITIA. Los niveles eran tan bajos que se evidenciaba que había sido una contaminación, y los tests mostraron que fue a través de la melatonina que estaba tomando, que se contaminó mientras se fabricaba. La melatonina es necesaria para mí por todo lo que viajo, el jet lag y el estrés del trabajo, que hacía que tuviese problemas al dormir”, relató en su cuenta de Instagram. “Puedo empezar la temporada centrada en lo que siempre he querido, el tenis. Esta experiencia ha sido la más dura de mi vida, sin duda. Esto quedará conmigo toda mi vida, me ha dado mucha fuerza aunque haya habido muchas lágrimas y noches en vela. Lo peor ha sido no saber qué iba a pasar con mi carrera, si iba a poder jugar al tenis de nuevo. Tengo la sensación de que esta situación puede minar la imagen que llevo construyendo años, la de una deportista justa, así que espero que se entienda que no tenía control sobre ello y que no pude hacer nada para prevenir estos desafortunados eventos”, añadió Swiatek.
También se pronunció el circuito femenino de tenis. “La WTA reconoce la decisión de la ITIA de suspender un mes a Iga Swiatek por la identificación de un medicamento contaminado como fuente de su positivo en trimetazidina. La WTA completamente apoya a Iga durante este periodo difícil. Iga ha demostrado consistentemente un fuerte compromiso en el juego limpio, y este desafortunado incidente destaca los desafíos que los deportistas afrontan en el uso de medicaciones y suplementos. La WTA mantiene el apoyo en un deporte limpio y en procesos rigurosos que protejan la integridad de la competición. También hacemos énfasis en que los deportistas deben tomar todas las precauciones para verificar la seguridad y cumplimiento de todos los productos que usan. Continuaremos trabajando mano a mano con nuestras deportistas para proveer educación y medios que les permitan tomar decisiones informadas y mantener los altos estándares de integridad en nuestro deporte”, comentó la WTA.
De nuevo, poca transparencia
El positivo de Swiatek, sea como fuere, no deja de ser otro palo para el tenis, un deporte que viene de ser sacudido con fuerza hace apenas tres meses por el doble positivo de Jannik Sinner. Dos de las grandes estrellas del tenis mundial, señaladas por dopaje en muy poco tiempo, y ambas además sin haber recibido un duro castigo. En el caso del italiano, de hecho, está a la espera de una resolución de la Agencia Mundial Antidopaje, que recurrió la decisión de la ITIA pidiendo hasta dos años de sanción para el número uno mundial. De nuevo, como ya pasó con Sinner, el positivo de Swiatek se ha llevado con poca transparencia, algo por lo que ya se criticó duramente a la ITIA hace meses, y prueba de ello es el motivo que dio el WTA 1.000 de Wuhan el pasado 4 de octubre para anunciar la ausencia de la polaca. “Desafortunadamente, Iga Swiatek no jugará en Wuhan este año. Ella está tomándose un tiempo después de hacer cambios en su equipo. Te echaremos de menos, Iga, nos vemos el año que viene”.
La diferencia entre ambos casos es que Sinner sí que pudo seguir compitiendo ya que de inmediato supo el motivo por el que el clostebol llegó a su cuerpo y aquello le permitió que la sanción provisional se le levantase enseguida, mientras que Swiatek necesitó algo más de tiempo hasta que dio con el motivo de la contaminación. El italiano, además, perdió no solo el dinero ganado en Indian Wells, sino también los puntos del ranking, algo que no se menciona en la situación de la polaca en Cincinnati. Por último, la otra gran diferencia es que Sinner no recibió ningún tipo de sanción cuando se resolvió que no tenía “culpa o negligencia”, mientras que Swiatek, con el mismo veredicto (incluso se señala que está en el rango más bajo), sí que será castigada durante un mes, aunque en la práctica serán siete días más que no intervendrán tampoco en su calendario de competiciones, puesto que la de Varsovia está de vacaciones y no volverá a competir hasta la United Cup (27 de diciembre de este año al 5 de enero de 2025). Las sombras sobre el tenis crecen y crecen.
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