La dura reflexión de Kyrgios: “Mi vida estaba fuera de control”
El tenista australiano realizó esta confesión en el documental Break Point de Netflix. Antes, presumió de llenar el Rod Laver Arena junto a Djokovic.
Nick Kyrgios siempre intenta demostrar cuando puede por qué es uno de los grandes reclamos del tenis en la actualidad. Pese a que aún no ha ganado ningún gran título, el australiano es uno de los tenistas que más mueve a los aficionados ya que en sus encuentros siempre despliega espectáculo y, en ciertas ocasiones, también alguna que otra polémica.
El último ejemplo del tirón mediático de Kyrgios ha tenido lugar con el lanzamiento del documental Break Point, producido por Netflix, que recoge varios de los entresijos del circuito ATP y del que Kyrgios también es protagonista. Un Kyrgios que realizó esta dura confesión sobre los peores años de su carrera. “Mi vida estaba fuera de control, bebía todas las noches. Durante cuatro o cinco años de mi carrera, todo fue muy caótico. No tenía ninguna expectativa en mis partidos, sólo quería salor, divertirme y quitarme la presión, y tener algo parecido a una vida normal. Sé que a veces cruzo la línea en mis partidos. En el calor de la batalla, soy dos personas distintas. Esa es mi pasión y mi emoción”
Una confesión que también corroboró su manager, Daniel Horsfall, quien afirmó que llegó a rastrear el móvil de Kyrgios para saber dónde estaba antes de los partidos. “Solía tener tu localización en mi teléfono y algunas mañanas iba a donde estuvieras, en el hotel o la casa en la que estabas antes de cada torneo o cada partido”
“¡Qué malo es Nick Kyrgios para el deporte!”
Otro ejemplo del tirón de Kyrgios es el entrenamiento con público organizado por el Open de Australia en el que Kyrgios praticará con Djokovic en la Rod Laver Arena en un escenario similar al de un partido oficial con juez de silla, recogepelotas, ojo de halcón... y una pista a reventar de público.
El periodista Luke Dennehy publicó en su cuenta de Twitter que las entradas para ver el entrenamiento entre Kyrgios y Djokovic se habían agotado en apenas una hora y, ni corto ni perezoso, Kyrgios ironizó sobre cómo había logrado llenar el Rod Laver Arena pese a las constantes críticas que recibe. “¡Guau! ¡Qué malo es Nick Kyrgios para el deporte! ¡Mira, que desgracia y qué verguenza nacional! ¿Cómo se atreve a llenar un estadio? Qué arrogante”.
Un entrenamiento con público que ha levantado dudas en tenistas como Noah Rubin, que llegó a decir: “Esto tiene poco sentido. ¿Una exhibición antes de que puedan coincidir en un torneo oficial?”, a lo que Kyrgios respondió con sorna: “Bueno, para ser justos, tendrá más público que cualquiera de tus partidos”. Habrá que esperar al viernes para ver si Kyrgios hace las delicias de los aficionados en el Rod Laver Arena en un nuevo episodio de su ‘bromance’ con Djokovic.