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Rafa Nadal
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TENIS | BASTAD

Nadal bate a Norrie con sangre y sudor y ya está en cuartos

El balear supera con nota su primer test serio en Bastad, con una aparatosa caída incluida, y se medirá en cuartos de final con el argentino Navone este viernes.

La andadura de Rafa Nadal en el ATP 250 de Bastad, hasta el momento, está resultando más que positiva para la confianza del español de 38 años, que día tras día acumula buenas noticias en el evento sueco, donde prepara los Juegos Olímpicos de París. Cuatros partidos, cuatro victorias para Rafa, dos en individuales y dos en dobles. “Grandes sensaciones”, resumió sin esconderse el de Manacor este jueves después de batir a Cameron Norrie, de 28 años y 42º mundial, en octavos de final por 6-4 y 6-4 en 1h44 de un partido en el que el campeón del torneo hace 19 años dio el susto con una caída por la que tuvo que ser atendido, aunque no tuvo ninguna repercusión importante. Se le acumulan los deberes a Nadal en Bastad, donde, además de disputar las semifinales del cuadro de dobles junto con Casper Ruud, este viernes se medirá en cuartos de final de individuales, los primeros que disputa desde enero de este año, con el argentino Mariano Navone (13:00, M+).

El británico Norrie, exnúmero ocho mundial, era el primer test serio para Nadal en este nuevo regreso a la competición, pues después de Roland Garros acumuló 50 días de inactividad. Borg le puso las cosas demasiado fáciles al español en primera ronda, pero Cameron obligó a Rafa a impartir una masterclass de la manera en la que se debe jugar sobre tierra batida. Bolas liftadas, cortados para ganar tiempo... Cada golpe de Nadal tenía sentido y se llevó el triunfo por méritos propios, pues Norrie se puede ir bien orgulloso de haber puesto en apuros a su rival, especialmente en el segundo set. “Después de no jugar en el circuito desde Roland Garros, tener la oportunidad de jugar bien contra un rival como Cameron (Norrie) son buenas noticias. Creo que he tenido momentos de buen tenis, momentos en los que tendría que haber jugado un poquito más agresivo, pero es parte del proceso. Mantener esa agresividad y presión sobre el rival es algo que tengo que ir mejorando, mantener este ritmo, porque no he jugado lo suficiente aún”, afirmó un Nadal en busca de la perfección.

Cerca estuvo de alcanzarla durante momentos del partido de este jueves. Su inicio fue lento, poco incisivo al resto, pero Rafa fue afinando a medida que avanzaban los juegos y acabó capturando un break decisivo que dio la vuelta al rumbo del partido. De revés, con la derecha, sirviendo bien... Rafa se sintió muy cómodo en el ecuador del partido, y a punto estuvo de sentenciarlo con un quiebre al inicio del segundo parcial, en el que el ganador de 22 Grand Slams dio el susto con una aparatosa caída por la que recibió atención médica al hacerse una herida en el codo. Norrie, un guerrero siempre, aprovechó una pequeña desconexión del manacorí para sorprender con un 1-4 y amenazar con el tercer set. Puede que fuesen los gritos y celebraciones del británico, quizás algo exagerados en unos octavos de final de un ATP 250 (aunque, claro, con Nadal en frente es otra cosa), los que despertaron al español, que llegó a anotar 14 puntos seguidos y dos breaks consecutivos para liquidar el encuentro y ahorrarse la manga definitiva.

“Siento que al principio del partido él estaba un poco mejor que yo, porque estaba ganado sus saques con facilidad y yo sufría un poquito más para hacerlo, pero he sido el jugador que ha logrado el break. En el inicio del segundo set, he jugado mejor que él y he empezado a tener bolas de rotura, pero ha sido él quien ha conseguido el break”, valoró un Nadal que nunca tira la toalla. “Me he dicho a mí mismo que era un 1-4, pero que podía ser un 4-1 perfectamente. Tenía que seguir haciendo las cosas que estaba haciendo, puede que jugar un poco más agresivo con mi revés. Con la derecha estoy muy contento, y con el saque también”, analizó el español con unas palabras que bien podrían ser la crónica de un encuentro en el que se vio al Rafa que todo el mundo recuerda sobre tierra batida. Desde 2017, el balance del balear sobre polvo de ladrillo contra rivales de fuera del top-20 del ranking es de 72-1 (la única derrota fue en el Madrid Open de este año ante Lehecka). La pesadilla de la ATP.

Su próxima parada en el cuadro de individuales será, este viernes (13:00, Movistar+) en cuartos de final, un rival inédito para él, el argentino Mariano Navone, de 23 años y 36º del ranking mundial, todo un especialista en tierra batida que arrasó el año pasado en Challenger y que acumula casi todos sus puntos sobre polvo de ladrillo. “Navone está jugando muy bien este año, ganando mucho en tierra. En cuartos, en un torneo histórico como este, no te puedes esperar un rival fácil. Será duro, pero espero jugar un buen partido y tener mis oportunidades”, comentó Rafa, que también tiene pendiente disputar el sábado las semifinales del dobles, con Casper Ruud, ante la dupla de brasileños Orlando Luz y Rafael Matos, terceros cabezas de serie. Nadal, además, no es el único español con vida en el cuadro de individuales, y es que mañana Roberto Carballés luchará ante otro argentino, Thiago Agustín Tirante, por un puesto en la penúltima ronda.

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