Una abeja pica a Alcaraz
Según su agente, Albert Molina, el tenista español sufrió una picadura sin consecuencias en la invasión que provocó el aplazamiento de su partido con Zverev.
Carlos Alcaraz tenía que jugar este jueves contra Alexander Zverev en los cuartos de final del Masters 1.000 de Indian Wells, pero cuando solo se había disputado dos juegos y el principio del tercero (1-1 en el marcador), una invasión de abejas en la pista del Stadium 1 provocó la detención del partido.
Alcaraz se disponía a sacar cuando vio que estaba rodeado por un enjambre de esos insectos e intento quitárselos de encima, aunque como indicó su agente, Albert Molina, en El Partidazo de la COPE, uno de ellos le picó “en la frente”, sin con secuencias graves, afortunadamente. “Veíamos una nube que, al principio, parecía de mosquitos, luego vimos que eran abejas. Cuando vio que le picaba, Carlos empezó a reaccionar”, explicó Molina.
Y efectivamente, todo lo rápido que pudo, el murciano se refugió en el túnel de vestuarios. Como Zverev, que estaba al otro lado, libre, igual que los espectadores, del ataque de las abejas, que se habían concentrado como si se tratara de un panal, en la parte de arriba de la spider cam, la cámara móvil que recorre el estadio con unos cables que van de lado a lado, y baja y sube dependiendo del plano deseado. El juez de silla, el sueco Mohamed Lahyani, anunció el aplazamiento del partido “por invasión de abejas”.
Minutos más tarde, un apicultor acudió a la pista. Sin protección alguna y con la ayuda de una aspiradora, empezó a recoger abejas en la cámara, con la idea de que cuando hubiera terminado su trabajo, el encuentro se reanudará 10 minutos después. Ese momento iba a llegar cerca de las 01:00 de madrugada peninsular española, pero las abejas no desaparecieron del todo, pese a los esfuerzos del apicultor, que tenía un parecido razonable con el Mono Burgos y se convirtió en improvisada estrella del día, haciéndose incluso fotos con el público. Además, habló con los jugadores para tratar de convencerles de que ya no les iban a picar. “Pero es que me van a distraer, porque las veo”, replicó Alcaraz, antes de darle la mano, mientras los espectadores se entretenían haciendo la ola. El choque continuó sobre las 01:08.