Tierras malditas para Alcaraz

El currículum de Carlos Alcaraz, a sus 20 años (este domingo cumple 21), es tan breve en lo temporal como extenso en cuanto a éxitos. El prodigio de El Palmar acumula 12 títulos, dos de los cuales son Grand Slams (US Open y Wimbledon) y cuatro, Masters 1.000. En esta última categoría, sin embargo, hay dos lugares que se le resisten. Más allá de Shanghái, torneo que sólo ha disputado una vez porque había desaparecido del calendario (llegó a octavos el año pasado), Montecarlo y Roma son tierras malditas para Charly. En el resto de plazas de la categoría, como mínimo, el jugador español ha alcanzado los cuartos de final, con Toronto y París como suelo. En Madrid, ha sido campeón dos veces y, en Indian Wells y Miami, una. En el certamen monegasco y en el italiano, en cambio, sólo ha podido participar en una ocasión y, entre ambos, sólo ha ganado un partido.

Esta temporada, no ha sido distinta. Tras comunicar su baja para Roma, Alcaraz cerrará la gira de tierra sin pasar por el Monte-Carlo Country Club ni por el Foro Itálico. En ambos casos, y pudiendo jugar en Madrid por el camino, por los problemas en su brazo derecho. “Sentí dolor después de jugar en Madrid, molestias en mi brazo. Hoy, me he hecho unas pruebas y tengo un edema muscular en pronador redondo, consecuencia de mi última lesión. Desgraciadamente, no voy a poder jugar en Roma. Necesito descanso para recuperarme y poder jugar sin dolor al 100%”, compartió este viernes en redes sociales. “He estado trabajando en Montecarlo y tratando de recuperarme hasta el último minuto, ¡pero no fue posible y no puedo jugar! Tenía muchas ganas… ¡Hasta el año que viene!”, escribió a principios de abril.

En 2022, el año de su explosión definitiva, Alcaraz pudo jugar Montecarlo, pero no Roma. En su debut en la arcilla monegasca, sin embargo, no le fue bien, con una derrota en primera ronda contra Sebastian Korda. Por aquel entonces, el español llegaba como 11º del ranking y tras hacerse con los títulos en Río y Miami y alcanzar las semifinales en Indian Wells. En Italia, no jugó por unas molestias en el tobillo derecho y una ampolla infectada procedentes de Madrid, donde triunfó tras completar un cuadro brillante (venció a Nadal, Djokovic y Zverev consecutivamente). La temporada pasada, se invirtieron los papeles. Carlitos no jugó en Montecarlo por “una artritis postraumática en la mano izquierda y molestias musculares en la columna” y, en Roma, sólo pudo ganar el partido de su debut, contra Albert Ramos. Luego, cedió contra Fabian Marozsan (por aquel entonces 135º del mundo) en una de las sorpresas del curso.

Objetivo Roland Garros

Ahora, ya asoma Roland Garros, Grand Slam en el que Alcaraz tiene las semifinales del año pasado (contra Djokovic) como tope (en 2022, cayó en cuartos contra Zverev). El objetivo, obviamente, es llegar en plenitud de condiciones a la Copa de los Mosqueteros. Su idea era acudir a Roma para seguir cogiendo sensaciones y “acercarse al 100%” allí, algo que finalmente ha resultado imposible. “La primera vez que toqué raqueta después de una semana fue aquí, pegándole muy suave. Llegar a donde he llegado, ya lo hubiera firmado. Ahora, a seguir trabajando para ver si puedo recuperar mi derecha normal y sin pensar en el antebrazo. A ver cómo sigue en las próximas semanas”, dijo tras caer contra Rublev en Madrid. A París, una arcilla más amable con él, llegará como tercer cabeza de serie, ya que Medvedev, otro de los afectados por una plaga de lesiones que va más allá de Carlitos, no se lo pudo arrebatar esta semana.

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