Bautista domina, Landaluce remonta y Munar se desfonda

Roberto Bautista pasó, por sexta vez en nueve participaciones en el cuadro principal, a la segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati. El tenista español de 37 años y 53º del mundo, que fue semifinalista en 2020 (le frenó Novak Djokovic), eliminó al alemán Daniel Altmaier (26 y 60º): 7-6 (5) y 7-6 (1) en 1h59. El domingo se enfrentará al británico Cameron Norrie, cabeza de serie número 32. Hay que recordar, que el año pasado, en plena crisis física y de resultados, no pudo pasar del estreno en la previa. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, para bien.

Roberto, que solo flaqueó, probablemente por el calor, en el último tramo del segundo set, hizo uno de esos partidos suyos que da gusto ver, con pocos errores (21 contra 39 de Altmaier), un golpeo limpio y largo, alargando el movimiento con elegancia, rápido para ir a por las dejadas, acertado en la volea y, por si fuera poco, también con el servicio. Quizá esa fue la clave de su triunfo ante un rival, buen sacador, con querencia por las subidas a la red, que le hizo 13 aces. Pero en porcentajes fue bastante mejor el castellonense (66% de primeros, un 80% de puntos ganados con ellos y un 50% con segundos).

Aunque perdió su turno de saque en el tercer juego, a partir de ahí, Bautista estuvo impecable en ese aspecto y su tenis solo creció. Muy superior en los intercambios largos (buscando el revés a una mano de Daniel), restó bien cuando pudo y eso le permitió sumar dos quiebres que le sirvieron para dominar al teutón. El desempate de la primera manga lo jugó con maestría y no le tembló el pulso para salvar una opción de break que tuvo Altmaier con 4-3 en el segundo set, aunque después sí encajó una rotura que le impidió sentenciar antes su primer enfrentamiento contra un oponente que fue ganando solidez. Roberto, que recuperó el buen tono a tiempo, pudo hacerlo en un segundo tie-break, jugado, por su parte, mejor aún que el primero.

Landaluce crece ante Kypson

Era un duelo inédito el que enfrentaba a Martín Landaluce y a Patrick Kypson, semidesconocido estadounidense de 25 años y 212º del mundo, cuyo buen año en Challengers (dos títulos y dos semifinales) le ha permitido llegar al cuadro principal de un Masters 1.000 por segunda vez en su carrera, primera sin hacer uso de una invitación. Pero la experiencia no se impuso en un duelo tenso que se llevó Landaluce con una remontada en tres sets: 3-6, 6-3 y 6-2 en 2h20. El español topará el domingo en segunda ronda con el australiano Alexei Popyrin, cuartofinalista en Toronto.

Martín (19 años y 142º), añadió una segunda victoria a su expediente ATP, tras la conseguida el año pasado en Miami, donde aprovechó una wildcard y se impuso a Jaume Munar. Esta era su primera experiencia en el cuadro principal de un evento de esta categoría tras haber pasado por la previa (jugó invitado en aquella ocasión en Florida y tres veces más en Madrid). El primer set se le escapó en un juego largo (más de 10 minutos), en el que los errores no forzados, varios de doble falta, le hicieron encajar el break en el peor momento, porque Kypson, buen sacador y pegador, parecido al propio Martín, se puso por delante con 5-4 y saque, y no falló.

En la segunda manga bajó la cabeza el madrileño, apretó y sacando mejor y con un tenis más directo encontró el break, aunque no lo pudo defender pese a empezar el siguiente juego con un esperanzador 30-0. Sí consolidó el segundo que sumó (4-2) y eso le dio mucha confianza para igualar el encuentro. Y para empezar el último parcial amenazando al resto a un rival al que se le saltaron las costuras.

Todo había cambiado desde ese punto de inflexión a favor de Landaluce, que tomó la delantera (3-1) cuando se creyó favorito, que lo era. Y no la perdió... la amplió con momentos de gran brillantez tanto al servicio como ante el extenuante juego de saque-red de su oponente, hasta celebrar la victoria que mejora el balance de su corta carrera profesional (2-10) y le da una importante inyección de moral.

Munar sufre por el calor

Jaume Munar no pudo dar continuidad este viernes al buen inicio de los españoles en el Cincinnati Open. Tras una primera jornada en la que pasaron a segunda ronda Roberto Carballés, Pedro Martínez y Jessica Bouzas, el mallorquín cayó en la primera contra Francisco Comesaña (24 años y 71º): doble 6-4 en 1h45.

Munar no se encontró bien. El calor (31º) y la humedad (53%) a primera hora de la tarde en la ciudad del estado de Ohio le pasaron factura. De hecho, tuvo que pedir tiempo muerto médico para que le tomaran las constantes vitales al final del primer set. Después, intentó seguir compitiendo, pero perdió su saque de nuevo en la segunda manga, y aunque logró hacer break para igualar el marcador, otro quiebre de Comesaña, más vivo y agresivo (30 golpes ganadores) para el 5-4 y saque fue ya definitivo.

Jaume continuará en la gira norteamericana, previa al US Open, en la que arrastra un balance de dos victorias y tres derrotas, peor del que, seguramente, él mismo esperaba. En principio competirá en Winston Salem (17 al 23 de agosto).

Bucsa no aprovecha su suerte

Cristina Bucsa, que entró a última hora como repescada en el cuadro femenino de Cincinnati, no pudo aprovechar su buena fortuna y cayó con claridad (doble 6-2 en 1h17) ante la china Yue Yuan (26 años y 63ª), que se enfrentará en la segunda ronda a la rusa Diana Shnaider.

Bucsa inició el primer set con un 4-0 en contra que no pudo remontar y en el segundo desperdició una ventaja de 2-0 y encajó un demoledor parcial de 6-0 que acabó con sus remotas posibilidades de victoria. Cristina competirá en el cuadro de dobles junto a la japonesa Shuko Aoyama, con quien alcanzó los cuartos de final en Montreal.

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