El refugio de Alcaraz

Se puede afirmar con total rotundidad que el Carlos Alcaraz que todo el mundo conoce, ese joven con desparpajo y siempre con una sonrisa en la pista de tenis, está de vuelta. Lejos queda ya el bache que sufrió en el tramo final del pasado curso, y es que el murciano de 20 años vuelve a ser el tenista de moda en el circuito ATP. Nueve triunfos consecutivos, título en Indian Wells de por medio y, ahora, en cuartos de final del Masters 1.000 de Miami, donde esta madrugada (no antes de las 00:00, Movistar+) se enfrenta con el búlgaro Grigor Dimitrov, de 32 años y 12º del ranking mundial. Precisamente Dimitrov, exnúmero tres del mundo y otro de los jugadores más en forma de la actualidad, fue uno de los que ahondó en la herida de Charly durante aquella mala racha, superando al murciano en tres sets en octavos de final de Shanghái el pasado mes de octubre.

Muchas cosas han cambiado desde entonces para que Alcaraz vuelva a ser el mismo. Sobre todo, gracias a un trabajo fuera de la pista que se ha basado en encontrar paz. Y, para ello, el de El Palmar desveló que otro deporte ha sido fundamental en el proceso. “Creo que lo que he cambiado es intentar sentirme mejor fuera de la pista, estar con mi gente y hacer lo que me gusta. Y lo que me tranquiliza es jugar al golf. En Indian Wells jugué casi todos los días y me ayudó mucho. Me ayuda mucho a sentirme otra vez vivo dentro de la pista”, comentó después de batir en octavos a Musetti en un partido al que salió relajado tras pegar unos golpes con un hierro en el Hard Rock Stadium.

Carlitos remarca que “Indian Wells fue un punto de inflexión”. “No me encontraba bien en la pista y no encontraba mi juego, y eso hacía que disfrutase menos. Ahora estoy tranquilo, queriendo mejorar. Me siento genial”, explicó el dos veces campeón de Grand Slam, que se somete hoy a la amenaza de un Dimitrov que no se amedrenta. “Estoy deseando que llegue el partido. Todo el mundo quiere desafiar a los mejores del mundo, y está claro que ha estado jugando un tenis excepcional. Pero yo también”, avisó el búlgaro, que se deshizo de Hurkacz en tres sets.

Antes de caer en Shanghái, Alcaraz había superado en sus tres duelos previos a Dimitrov. El de Haskovo es el segundo rival seguido del español con revés a una mano, faceta a la que le tiene tomada la medida: 24 victorias y sólo dos derrotas (la de Dimitrov en China y frente a Musetti en Hamburgo 2022) ante tenistas con esta cualidad. Lo demostró una vez más en octavos de final con Musetti, al que hizo mucho daño en ese revés. Estrategia a repetir para volver por tercer año seguido a las semifinales en Florida.

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