Djokovic y la importancia de hacer descansos
Al serbio de 36 años le han resultado muy productivos esta temporada los periodos de inactividad, tanto obligados como voluntarios.
A sus 36 años, Novak Djokovic sabe muy bien cómo preservar su cuerpo y de esa forma continuar cosechando éxitos en el exigente circuito masculino de tenis. Esta temporada ha dado una clase magistral en ese sentido, si bien es verdad que los descansos que ha tenido entre torneos, no siempre han sido voluntarios. De cualquier manera, ha estado alrededor de 26 semanas sin competir, repartidas entre 11 eventos, al margen de la fase de grupos de las Finales de la Copa Davis. Además, cuida con celo su alimentación, medita y prepara su físico con mimo y profesionalidad.
Los resultados le han recompensado al serbio, que juega este jueves (19:30, Movistar+) en octavos del Masters 1.000 de París, donde acredita un 84% de porcentaje de victorias, contra el neerlandés Tallon Griekspoor: cinco títulos, una final y una semifinal, además del número uno del mundo. Djokovic inició la temporada en las Antípodas, con títulos en Adelaida 1 y el Open de Australia. Después estuvo un mes sin jugar hasta Dubái, donde fue semifinalista, antes de tener que parar durante otras cinco al no poder competir ni en Indian Wells ni en Miami por no estar vacunado contra la COVID (por entonces, Estados Unidos mantenía esa exigencia para poder entrar en el país). Luego fue de menos a más en una campaña de tierra que culminó con su tercer título en Roland Garros, antes de volver a cesar su actividad durante 21 días y afrontar Wimbledon. Allí fue finalista y solo cedió ante un gran Carlos Alcaraz.
Tras otro mes de parón voluntario, Djokovic se vengó en la final de Cincinnati de aquella derrota y después se proclamó campeón en el US Open. Jugada maestra de nuevo y quinto título del curso. Sin solución de continuidad, ganó a Alejandro Davidovich en la eliminatoria de Davis contra España y ayudó a que Serbia se metiera en los cruces de las Finales. Eso antes de volver a reposar casi cuatro semanas y volver fresco para jugar en París Bercy, donde va a por todas, con la idea de asegurarse un liderato del ranking que descarta ya Alcaraz. De hecho, estaba en el cuadro de dobles con su compatriota Miomir Kecmanovic y se retiraron el miércoles antes de jugar contra Bopanna y Ebden, que estaban esperándolos ya en la pista.
“Obviamente, tuve un año fantástico hasta ahora, ganando tres de cuatro Grand Slams y jugando otra final en Wimbledon. A principios de año decía que los Grand Slams son las prioridades. Siguen siendo las prioridades también para la próxima temporada y los torneos en los que quiero dar lo mejor de mí. Así que no podría pedir una mejor temporada, para ser honesto. Quedarme a un partido de ganar los cuatro Grand Slams es algo que firmaría de inmediato al comienzo de la temporada si alguien me dijera que ese sería el caso”, dijo Djokovic en la previa del París Rolex Masters.
Familia y preparación
También reveló que esos periodos de asueto le conectan más con su familia. “Fue maravilloso, especialmente con mi esposa, mis hijos. Intenté usar mi tiempo libre para jugar al golf, también para seguir otros deportes. Soy un gran aficionado al baloncesto. Así que seguí todos los partidos de clubes de Belgrado. En lo que respecta al golf, no estoy al mismo nivel que el tenis, definitivamente (risas). Pero tengo que decir que aproveché la mayor parte de mi tiempo libre. Me aseguré de pasar tiempo de calidad con mi familia”.
Pero no es todo ocio para el balcánico cuando está fuera de las pistas. “En las últimas tres semanas practiqué mucho, hice mucha preparación física para asegurarme de que estaba listo para el final de la temporada. Pero el trabajo que hicimos durante el último mes tenía como objetivo hacerme más preciso, porque sabía que no tenía tanto tiempo después para el final de la temporada. Echo de menos el tenis. También echo de menos las competiciones”, reveló. Un sabio.
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