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2
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Sara Sorribes
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6
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Magda Linette
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3
-

TENIS | FINALES DE LA BJKC

España se lame las heridas

Masarova y Sorribes comandan a la Selección, ya eliminada previamente, en una victoria reparadora en La Cartuja ante Polonia.

Sevilla
CRISTINA QUICLERAFP

Tenía que ser Sara Sorribes, el alma de la Selección española en estas Finales de la Billie Jean King Cup, quien le diera este viernes el triunfo sobre Polonia (2-1) en La Cartuja de Sevilla. Porque nadie pone tanta entrega como ella en la defensa de la bandera tenística, y porque se lo merecía tras una descorazonadora derrota ante Leylah Fernandez en la eliminatoria ante Canadá del miércoles, la que dejó encarrilada la eliminación de las chicas de Anabel Medina, en un partido que jugó tan bien, o mejor, que su rival norteamericana. Su víctima fue Magda Linette, 31 años y 24ª del ranking. Se deshizo de ellas en dos sets, tras 2h30 (no hay duelo rápido con ella, una bendición para el aficionado que paga una entrada porque garantiza un buen rato de entretenimiento): 7-6 (5) y 6-3.

Sorribes, nacida hace 27 años, orgullo de Castellón de la Plana y atendiendo a la lista la 50ª mejor jugadora del mundo (si hubiese una que midiera el tesón seguramente sería número uno), lo que no es es la mejor sacadora del circuito. Tampoco su rival, y entre ambas se las apañaron para fabricar 23 bolas de rotura, seis aprovechadas por cabeza. Convirtieron el primer set en una oda al resto. Solo hubo breaks entre el 2-1 y el 4-4, y al final tuvo que mediar el tie-break en la disputa. Ahí también fueron continuos los cambios de iniciativa, pero prevaleció la española.

La tónica se mantuvo en la segunda manga. Empezó comandando Linette, que necesitó cinco oportunidades en el primer juego para conseguir el break. Le duró un turno. Se dieron una tregua hasta el quinto juego, de nuevo quiebre de la polaca, y de nuevo contestado inmediatamente. Sara aguantó en el siguiente servicio, y dio la estocada definitiva con el 5-3.

Es su décima victoria en 16 partidos jugados en la BJKC. Esta, con poco significado a efectos clasificatorios, porque España jugaba sin posibilidades de avanzar a semifinales, pero una que al hemos restaña los rasguños que dejó Canadá, y que dejó sin presión al dobles, en el que sin embargo Cristina Bucsa y Marina Bassols (Badosa, de quien Medina dijo que “no está preparada aún” el miércoles, volvió a calentar banquillo), inéditas en el primer cruce, se estrenaron con el equipo con derrota ante Kawa y Kubka (6-0, 6-7 (2) y 10-3 en 1h25). Ahora toca esperar al sorteo de los clasificatorios, que se celebrará en paralelo al de la Davis durante las Finales de esta competición, del 21 al 26 de este mes en Málaga. De ahí saldrá el rival de España para el próximo abril.

Masarova espanta sus demonios

Tres sets le costó a Rebeka Masarova sacudirse la presión. Los dos que significaron su derrota el miércoles, en el primer partido de la eliminatoria contra Canadá, y el primero de este viernes ante la polaca Katarzyna Kawa. Pero finalmente lo consiguió, y acabó dando a España, por desgracia ya eliminada, su primer triunfo en las Finales: 2-6, 6-3 y 6-2 en 2h03.

Pese a que la Selección ya no se jugaba nada, la central de La Cartuja de Sevilla presentó un ambiente animado. Le volvió a pesar el escenario de entrada a Masarova, fallona con su saque, y a partir de ahí con todo lo demás, en los primeros compases del duelo. Rápidamente Kawa, 207ª del ranking a sus 30 años, que de no haber mediado la baja de Swiatek seguramente no habría viajado a la capital andaluza, se puso 4-0. Sin grandes alardes, limitándose a no fallar.

Era un guion parecido al del miércoles, cuando Masarova, 65ª del mundo y 24 primaveras, tenía la excusa de su nula experiencia en un partido individual en esta competición (los cuatro previos habían sido en dobles, dos victorias y dos derrotas). Pero esta vez sí hubo giro. Favorecido en parte por Kawa, que cometió 19 errores no forzados en el segundo parcial, pero también por una Rebeka que empezó a sacar partido de su servicio (87% de puntos ganados con el primero).

Tras siete juegos de igualdad, la nacida en Basilea (Suiza) aprovechó su única bola de rotura en esa manga para adelantarse, y su saque confirmó el empate. La dinámica positiva se trasladó al parcial definitivo. Con el mismo estilo que el miércoles, el suyo, que es acortar los puntos, pero más acertada, se puso con un 2-0 de salida que supo mantener hasta el final.

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