Carlos Alcaraz, a por un doble objetivo en las ATP Finals

Hasta bien entrada la tarde del sábado, era complicado articular esta previa de las ATP Finals, que este domingo comenzarán con una primera jornada un tanto disparatada, en la que, por primera vez en muchos años, habrá un partido de cada grupo en lugar de dos del mismo, como hubiera sido lógico y fue, casi siempre, habitual. Detrás de este arranque rocambolesco, dos culpables: el calendario ATP, que desde 2023 cierra la clasificación para la Copa de Maestros el día antes del inicio del torneo, y Novak Djokovic, que mantuvo hasta el último momento la incógnita sobre su participación, que finalmente, por segunda temporada consecutiva, no se producirá. Sus dudas (si las tenía) provocaron el cambio del orden de juego, para que no tuviera que competir sin descanso.

El serbio consumó la baja, que había insinuado el viernes, después de proclamarse campeón en Atenas contra Lorenzo Musetti, que necesitaba ganar para arrebatarle la última plaza de las Finals a Felix Auger-Aliassime. No le fue necesario.El italiano y el canadiense estarán en Turín gracias a la baja de Djokovic, que adujo una “lesión en curso”, en el hombro, según matizó la organización del torneo. No será, por tanto, uno de los rivales de Carlos Alcaraz en el grupo Jimmy Connors. El español juega este domingo (14:00, Movistar+) contra Alex de Miñaur y el martes volverá a hacerlo, con los grupos ya unificados. El otro partido del día lo disputarán Alexander Zverev y Ben Shelton (no antes de las 20:30), del Grupo Bjorn Borg. Este crossover no se veía en la jornada inaugural desde que en la edición de 2013, celebrada en Londres, Juan Martín del Potro venció a Richard Gasquet en el A y Stan Wawrinka, a Tomas Berdych en el B. Lo que no había ocurrido en lo que va de siglo XXI es que en la foto oficial del Masters de individuales aparecieran menos de ocho tenistas, como ha pasado esta temporada. La ATP planea acabar con esta incertidumbre al límite en 2026, porque el corte en la Carrera a esta competición se producirá, como antaño, después del Masters 1.000 de París.

A por todas

En este contexto extraño, Alcaraz perseguirá un doble objetivo: hacerse con su primer título de Maestro y recuperar el número uno. El primero es, quizá, más complicado que el segundo, dado el dominio que ha mostrado Jannik Sinner, vigente campeón y ocupante del trono mundial, en condiciones indoor. El italiano acumula 26 victorias consecutivas en pista dura bajo techo. En cuanto al ranking, para recuperar el trono, al español le hacen falta tres victorias. Si alcanza la final, acabará el curso en lo más alto de la clasificación, haga lo que haga su gran rival. También si supera invicto la fase de grupos. “Estoy muy ilusionado y motivado para hacer un buen papel, jugar un buen tenis y tener la oportunidad de ganar. Ya veremos, aunque también está en juego el número uno. Terminar como tal, ha sido un rol importante para mí desde hace medio año, la verdad, porque al principio no lo tenía en mente”, dice Alcaraz, que querrá, también, sacarse la espina de su eliminación en el round robin del año pasado.

Antes de saber que Djokovic no jugaría en la ciudad piamontesa, Carlos, que el sábado compartió un divertido entrenamiento con Alexander Bublik, expresó su respeto hacia lo que decidiera el balcánico: “Es una situación mala para el torneo. Pero se ha ganado el derecho a decidir, porque ha jugado y ganado las Finals muchas veces. Así que tenemos que esperar a ver lo que decide y aceptarlo”.

Seguro que el murciano habrá respirado, aliviado, al saber que en lugar de tener que enfrentarse al ganador de 24 Grand Slams, su otro rival, al margen del citado De Miñaur y de Taylor Fritz, será Musetti.

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