Alcaraz resurge a tiempo para seguir vivo en las Finals

“Desde el US Open puede que vayamos en la reserva. Tiene que jugar un poco más suelto, que disfrute”, dijo Juan Carlos Ferrero en Movistar+ poco antes de empezar el decisivo partido de su chico, Carlos Alcaraz, contra Andrey Rublev en la fase de grupos de las ATP Finals. Y el murciano de 20 años lo hizo, mejoró ostensiblemente con respecto a su debut el pasado lunes ante Alexander Zverev y se soltó para vencer por 7-5 y 6-2 en 75 minutos, un resultado muy positivo con el que estrena su cuenta de triunfos en la Copa de Maestros y pone fin a una racha de tres derrotas.

También es cierto que el ruso de 26 y número cinco del mundo le dio facilidades, empezando por su endeble segundo saque, que aprovechó Carlitos para fustigarle al resto, más metido hacia delante en la pista, y desencadenar su inestable carácter. Ahora gana opciones de clasificación para las semifinales en el Grupo Rojo y se la jugará el viernes (14:30, Movistar+), contra otro moscovita, Medvedev, que ganó a Zverev por 7-6 (7) y 6-4, un marcador que le clasifica y concede más oportunidades a Alcaraz, que pasará si gana y también si pierde y cae Zverev, porque sale beneficiado en triples empates tanto a dos victorias como a una.

“He jugado a muy buen nivel. Era un momento duro después de la derrota del otro día y he vuelto. Ayer fue un buen entreno. Estoy muy contento por haber jugado bien de la primera hasta la última bola delante de este público”, dijo Alcaraz, que necesitaba dinamismo, reacción, piernas al fin y al cabo, para poder golpear la bola con la potencia que acostumbra a generar cuando llega bien a ella.

En un partido con pocos intercambios sobre una superficie muy rápida (a pie de pista se aprecia especialmente), había que estar muy vivo, y el prodigio de El Palmar lo estuvo. Eso fue quizá lo que le faltó el lunes o lo que no le dejó hacer Zverev. La velocidad de su golpe de derecha aumentó 10 km/h, de 117 a 127.

Rublev, descentrado

Por fortuna para él, durante la mayor parte del encuentro volvió a verse a ese Alcaraz incisivo y rápido que se anima cuando consigue buenos puntos. Además, el saque esta vez le ayudó mucho más (94% de puntos con primeros). Todo a favor de obra para desquiciar a un rival al que nunca se había enfrentado y que pagó su frustración con su propia rodilla. Se la golpeó seis veces con el cordaje de la raqueta hasta hacerse sangre después de perder su servicio al principio del segundo set. Los ánimos desde la grada de Fernando Vicente y Beto Martín, santos varones, no lograron hacerle volver al partido.

Desde ese momento, ya no hubo duelo, porque Andrey, ya eliminado, se descentró totalmente y se lo entregó en bandeja a Charly, que ha logrado su mejor marca contra tenistas del Top-10 en una temporada (10-5), ve más cerca las semifinales, ya que depende de sí mismo.

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