Alcaraz jugará contra Sinner la final de las finales

El ATP Tour 2025 tendrá un colofón tan esperado como inevitable. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, grandes dominadores del circuito, se enfrentarán este domingo en la final de las finales. Después de haber jugado ya seis esta temporada, tres de ellas de Grand Slam (Roland Garros, Wimbledon y el US Open), el número uno y el dos volverán a verse las caras para dirimir quién es el mejor de mejores, el Maestro, con mayúsculas, de un curso tenístico en el que han gobernado con mano de hierro, como dos ‘tiranos’. Han coincidido en ocho torneos y solo en dos, Open de Australia y Masters 1.000 de París (en ambos falló Carlos), no se han visto en el partido por título. Parece casi imposible que, si compiten por lados opuestos en el cuadro, no se midan en la última ronda. En las ATP Finals volverá a suceder después de las victorias, este sábado, de Sinner contra Alex de Miñaur (7-5 y 6-2 en 1h52) y de Alcaraz frente a Felix Auger-Aliassime (6-2 y 6-4 en 82 minutos).

Así que, el domingo (18:00, Movistar+) está servido el capítulo 16, octavo en una final y sexto en 2025, de una rivalidad ya antológica, que domina el español por 10-5. Al tercer intento, Carlos se mete por primera vez en el encuentro por el campeonato de la Copa de Maestros. Es el décimo que disputa en sus 11 últimos torneos, en los que ha ganado, hasta ahora, siete trofeos, a los que hay que sumar el logrado antes de esta racha en Róterdam. Son 11 finales en total. Una cifra que solo otros ocho jugadores han sido capaces de alcanzar en una misma campaña desde 1990 (Edberg, Sampras, Muster, Agassi, Federer, Nadal, Djokovic y Murray). Es el primer tenista de la Armada que alcanza tan alta cota en el evento que reúne a los ocho mejores del año desde Rafa Nadal en 2013, cuando el balear cayó ante Novak Djokovic. Lo hace tras extender su dominio sobre el mejor tenista en condiciones indoor de la última década (85-31), que tras ganarle a Alcaraz en sus tres primeros duelos, desde hace tres temporadas no encuentra la manera de superarle. Ha perdido contra él en las últimas cinco ocasiones y el cara a cara favorece ahora al murciano por 5-4. “Favorito diría que es Jannik, por la racha que lleva de victorias en indoor y, sobre todo, porque estamos jugando en su casa”, avanzó Carlos.

Mejores sensaciones

Números aparte y mirando al partido, hay que reseñar que ante el canadiense de 25 años y número 8 del mundo (el lunes será el 5), el de El Palmar sintió mejor la bola, sobre todo con el revés, aunque en esas buenas vibraciones también tuvo mucho que ver Auger-Aliassime y su más bien floja oposición, en un primer set en el que Carlos solo cometió dos errores no forzados (diez al final del encuentro). Con un 50% ganados con primeros servicios, era difícil que el bueno de Felix tuviera alguna posibilidad, y aun así rozó el break en el quinto juego. Un espejismo en mitad de un parcial de 5-1 del ganador de seis majors. “Sentí que podía hacerlo todo en la pista. Daba igual que fuera una derecha desde el fondo, dejadas o un revés; sentía que todo iba a entrar. Creo que esa confianza fue muy útil para todo el partido. Simplemente, le empujé al límite, para que tratara de hacer algo diferente. Y estoy feliz de haber continuado jugando tan buen tenis”, resumió.

La segunda manga fue diferente porque el de Montreal espabiló lo suficiente como para aguantar el tipo sin tener que salvar puntos de quiebre y Alcaraz también levantó un pelín el pie del acelerador a la espera de una oportunidad, que le llegó en el momento más oportuno. Con 5-4 a su favor, Auger-Aliassime encadenó cuatro errores no forzados y le puso en bandeja la victoria. Una de las más importantes de su carrera, porque le pone a las puertas de capturar un título superlativo, con permiso de Sinner, claro.

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