Denis Shapovalov desafía al ‘influencer Alcaraz’ en París

Carlos Alcaraz se estrena este año en la sesión nocturna de Roland Garros. El español, primer cabeza de serie, se enfrenta a las 20:30 (Eurosport) al canadiense Denis Shapovalov (24 años y 32º). Lo hace con el halo de respeto que se ha ganado a pulso, tanto en el circuito como fuera de él, desde el inicio de su fulgurante carrera. A sus 20 años ya es un referente para sus compañeros, para las leyendas del tenis y para otros deportistas y personalidades de todo el mundo. Podría decirse que es un influencer nato, porque le llueven halagos no solo por su juego, también por su personalidad. Además, tiene 2,4 millones de seguidores en Instagram.

“Se puede ver cuánto disfruta en la pista y en las situaciones que se le presentan. No está en un lugar fácil siendo el número uno tan joven y con tanto ruido a su alrededor”, dice su próximo rival. “Realmente, lo admiro. Creo que también es un buen tipo. En los vestuarios siempre saluda. Ha sido educado desde que entró en escena. Creo que tiene un gran equipo a su alrededor. Todos conocen muy bien el circuito”, añade Shapovalov, un jugador que generó muchas expectativas, pero que aún no ha dado un salto de calidad definitivo, pese a que fue 10º del ranking en 2020.

El pasado sábado, después de compartir entrenamiento con Alcaraz en la Suzanne Lenglen, Tsitsipas puso por las nubes al murciano: “Le debo mucho, porque es un soplo de aire fresco. Es tan competitivo... y siempre tiene una sonrisa en su rostro, desprende carisma y energía positiva. Quiero ser más así. Tengo la capacidad de ser esa persona. Lo creo. Esa es también la razón por la que estoy mucho más alegre y feliz cuando juego, gracias a él”.

Estos días, en París, muchos periodistas le preguntan a Carlitos cómo hace para disfrutar en un deporte con tanta tensión y responsabilidades. Él contesta, con naturalidad, que es algo que habla mucho con su entrenador, Juan Carlos Ferrero, que conoce el peso que supone de ser el mejor. “Gano mucho porque sonrío. Siempre dije que sonreír para mí es la clave de todo. Disfruto en estos estadios, torneos y ciudades. Por eso sonrío todo el tiempo”, dice Alcaraz, que el miércoles recibió un regalo de apoyo del Real Madrid, de manos el exfutbolista y actual entrenador del juvenil A blanco, Álvaro Arbeloa, que le entregó una camiseta con su nombre y el dorsal uno. Jugadores de la primera plantilla, como Vinicius, Rodrygo y Ceballos, le ponen en un pedestal y van a ver sus partidos cuando juega en la capital. Desde Estados Unidos, el escolta de los Miami Heat, Jimmy Butler, finalista de la NBA, animó a Charly durante su partido contra Taro Daniel, con un sonoro “¡Vamos!” en español. Estuvo con él hace unos meses en Buenos Aires antes de verse nuevamente en el torneo de Florida.

No es el único americano que se rinde a la clase del líder mundial, que ayer no se entrenó, como el martes, e hizo recuperación en el gimnasio. El legendario John McEnroe alucina con él: “El cielo parece ser su límite. Las expectativas son muy altas y él parece manejarlo increíblemente bien. No bromeo, es el mejor jugador de 20 años que he visto, tan completo. ¿Cómo puede alguien de esa edad sacar así?”. Siendo Alcaraz.