Carreño se suma a la épica española y remonta a Thompson
El gijonés, como Bautista, remonta cuando su rival sacaba para ganar y acaba obteniendo un punto que deja a España a un paso de ser primera de grupo.
Atrás queda el tiempo de dolor, incertidumbre y dudas que provocó el maldito codo derecho. Pablo Carreño vuelve a ser un tenista de élite, a sonreír dentro de la pista y a disfrutar de victorias de leyenda, como la que consiguió este domingo ante Jordan Thompson por 2-6, 6-2 y 7-6 (3) en 2h36. El gijonés, de 33 años y 207º del ranking mundial por su ausencia en la competición durante ocho meses (que fueron 14 realmente, porque entre febrero de 2023 y mayo de 2024 únicamente jugó tres partidos de Challenger), agigantó más todavía la gran semana de España en la fase de grupos de la Copa Davis, y es que la cosa está yendo de épica para la Selección. Carreño emuló a su compañero Roberto Bautista y levantó un partido que tenía perdido, en el que su rival sacó para ganar, y le dio a la Armada el primero de los dos puntos que necesita para ser primera del Grupo B. En manos de Pedro Martínez, que se mide con Alexei Popyrin, está la sentencia. Y, si no, podrá hacerlo Pedro Martínez junto con Marcel Granollers en el dobles.
Día especial para Carreño, que disputó este domingo su primer partido individual en Copa Davis desde los cuartos de final de 2022, cuando cayó ante el croata Marin Cilic. El de Gijón, campeón de la copa del mundo de tenis en 2019, ya había tenido la oportunidad esta semana en el dobles (cayó ante Francia), pero, sin la presión de necesitar sí o sí la victoria porque España ya está clasificada, David Ferrer dio descanso a Roberto Bautista y Carlos Alcaraz y apostó por Pablo para abrir la eliminatoria, que llegaba con un balance de 3-6 en individuales en la Davis, por lo que este triunfo también tiene un componente sanador en este torneo. “Esta competición es muy especial, una derrota puede marcarte más de la cuenta, al igual que una victoria”, admitió Carreño tras su triunfo. Era el 17º encuentro que disputaba el asturiano en este 2024 en el que reapareció en Roland Garros, y la línea ascendente que mostró en Estados Unidos (dos victorias en Cincinnati y cuatro en Winston-Salem) continuó en La Fonteta, donde Carreño salió a competir con una protección en el brazo derecho que tanta guerra le ha dado en las últimas temporadas. “La gira americana me ayudó a coger ritmo”, reconoció después.
Enfrente del gijonés, el aussie Jordan Thompson, de 30 años y 29º del ranking mundial, el único que faltaba por jugar en La Fonteta del equipo australiano y que está completando la mejor temporada de su vida (título en Los Cabos), pero al que Carreño había ganado en sus dos enfrentamientos previos, ambos en 2021. El inicio de partido fue complicado de digerir para el español, que sólo se pudo anotar uno de los primeros 13 puntos, y en un abrir y cerrar de ojos estaba 0-3 abajo. El público valenciano se entregó para levantar los ánimos de su jugador, también el banquillo de la Armada, desde Ferrer hasta Alcaraz, y Pablo poco a poco fue cogiendo el ritmo del partido. “David me ha dado muchos consejos y directrices, pero es el público quien ha marcado la diferencia”, valoró más tarde. Con 4-2 tuvo una maravillosa oportunidad, con cuatro bolas de rotura, que no aprovechó, y aquel palo fue definitivo para ceder el primer set. Los brotes verdes mostrados en ese tramo final de manga sirvieron para la segunda, en la que Carreño tuvo muy incómodo a su rival y se hizo con el control de la pista.
“Esto me da confianza para el futuro”
El español cada vez recordaba más a ese gran jugador que es bronce olímpico o campeón de un Masters 1.000, y La Fonteta disfrutó de lo lindo de un tenista que vuelve a disfrutar sobre la pista. “Vengo de un momento duro después de la lesión, jugar a este nivel contra un top-30 y ganar me da confianza para el futuro”, admitió un Pablo que se apuntó con contundencia el segundo set. Pero las alarmas saltaron en el tercero y definitivo cuando recibió un break y tuvo que ser atendido en la zona lumbar con 4-1 en el marcador. Sin embargo, si algo tiene esta Selección liderada por David Ferrer es que nunca va a tirar la toalla, como demostraron Bautista y Alcaraz en las dos eliminatorias previas.
Carreño no dejó de intentarlo, y su presión hizo que, después de estar 5-2 y cuando Thompson sacaba para ganar el partido, el sólido jugador aussie comenzase a encadenar fallo tras fallo. Gracias a ello llegó un quiebre decisivo para los intereses españoles, y Carreño abrochó la victoria siendo tremendamente superior en el tie-break. Estalló de júbilo, otro día más, La Fonteta, que ha pasado de ver el año pasado a una España a la que no le salía nada a ver ahora a una Selección a la que se le caen los puntos de las manos. Ya tiene el primero la Armada, y sólo queda otro más para garantizar el primer puesto.
“Intenté hacer lo mismo que Roberto el otro día. Al principio no jugué a mi mejor nivel, él estaba muy agresivo y haciéndolo bien. Yo traté de seguir, sabía que a mi mejor nivel podía ganar, pero necesitaba hacerlo. Con David, el equipo y la gente apoyándome fue más sencillo. Esto es la Davis, tienes que seguir, no es fácil cerrar los partidos. Hace dos días, Roberto remontó y yo he intentado hacer lo mismo. No sé si fue inspiración, pero me dio confianza para seguir porque no es fácil acabar los encuentros. Thompson bajó un poco con el saque y yo me aproveché. He estado fuera del circuito durante mucho tiempo y a veces necesitas esta confianza porque no he jugado mucho en los dos últimos años”, valoró en rueda de prensa el español, que finalmente no jugará el dobles decisivo por unas molestias en la zona lumbar por las que fue atendido durante el partido.
“No es nada muy importante, pero como en los dos últimos no he jugado mucho y este partido ha sido duro, siento un poco de dolor en la parte de abajo de la espalda. Me operé ahí de una hernia discal con 20 años y a veces siento el dolor ahí. Pedí atención médica porque notaba que se me estaba sobrecargando la zona, un poco por prevenir. No creo que sea nada importante, no me permite jugar el dobles pero no creo que tenga problemas para estar en Pekín dentro de dos semanas. En el partido no he tenido molestias en el codo, lo cual es algo muy positivo. Pero tres horas después de mi partido la energía va para abajo, así que David ha decidido que juegue Pedro”, explicó Carreño, muy agradecido por estar de vuelta con la Selección. “Poder estar en el equipo era impensable hace unos meses, David me dio la oportunidad. En Estados Unidos mi nivel fue más alto, aunque te falta un poco de ritmo. He disfrutado mucho esta semana, he tenido la oportunidad de jugar el individual y creo que lo he aprovechado. Ganando te vas contento, pero incluso habiendo perdido el tie-break era un partido positivo para mí, que da mucha confianza para lo que queda”.
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