La guerra que viene en las Gran Fondo a nivel mundial
La UCI se ha encontrado con un competidor que ha creado un World Tour, un circuito de marchas por todo el planeta con campeonato incluido
En el cicloturismo hay más intríngulis de los que en un principio podría parecer. ¿Os acordáis que alguna vez os he hablado de las UCI Gran Fondo World Series? Es un circuito de marchas cicloturistas organizadas por la principal institución del ciclismo mundial. A lo largo de todo el año hay como unos 25 acontecimientos, y hacia el mes de octubre se celebra el Campeonato del Mundo, que además tiene sus maillots arco iris como si de los ciclistas profesionales se tratase.
Pues bien, a la UCI le ha salido un competidor. Se trata del Gran Fondo World Tour, que es otro circuito similar de marchas cicloturistas por todo el mundo y que además ha decidido que también van a organizar su propio campeonato del mundo. Y lo van a hacer en Andorra el 18 de septiembre.
Además, para que tengáis una idea, el campeonato del mundo de ambos organizadores se llama igual, salvo por un matiz: uno es el UCI Gran Fondo World Championship y el otro es igual, pero sin el inicio de la UCI. Veremos si desde la UCI hay alguien que se plantee una batalla legal, aunque si no lo han hecho ya debe ser porque no se lo han aconsejado, siendo como es un organismo tan celoso de su parcela de poder.
El caso es que el World Tour parece realmente inspirado en el circuito de la UCI, sólo que lo han querido hacer más abierto y atractivo… a base de premios en metálico. Esto ya es una opinión completamente personal -que para eso estamos en un blog-, pero a mí sinceramente no me gusta. El campeonato del mundo del World Tour repartirá unos 2.700 euros en premios, y para mí eso rompe cualquier esencia del cicloturismo. Puedo entender y, de hecho, no me parece mal que haya marchas que sean casi como carreras encubiertas. Y no me parece mal porque, en realidad, nadie te obliga a ir a una Gran Fondo y pagar 50 euros para hacerte polvo en la carretera. Es como las carreras populares. Uno decide si va a sufrir o a disfrutar.
Es verdad que la gente se flipa y hasta se enfada si el resultado no es el esperado. Vale. No estoy de acuerdo, pero lo respeto. Desde luego, no seré yo nunca el que salga quejándose de eso. La última vez que me puse un dorsal fui de los últimos en llegar a meta por culpa de calambres. ¿Me hizo la puñeta? Por supuesto, pero ya está. Se cambia el chip, se llega a meta, se mira el paisaje y a otra cosa. Lo importante es haber subido.
Pero cuando hay una motivación económica, por pequeña que sea, empezamos a entrar en un terreno mucho más peligroso y que ya no es deporte popular. El de la UCI, en cambio, lo que hace es la parafernalia de los maillots arco iris, las medallas y el himno nacional. Bueno, puede gustar más o menos, pero los premios no dejan de ser simbólicos y para el recuerdo.
Otra diferencia entre ambas son las clasificaciones. Me refiero a que en el circuito de la UCI, tienes que hacer alguna prueba y estar entre el 25 por ciento más alto de la clasificación para ganarte el billete al Mundial. En el caso del World Tour esto no es necesario, basta con inscribirse y hacer la prueba para ser campeón del mundo. También tienen un maillot de líder del World Tour, en función de quienes vayan clasificándose en los distintos eventos. Que, por otra parte, los hay en los cinco continentes, por lo que no es nada sencillo estar presente en todos.
En definitiva, la guerra está servida. Está claro que son muchos los que buscan sacar tajada del cicloturismo y su auge en todo el mundo. Pero ahora ya la UCI no tiene el monopolio, y hay otros que se han apuntado a hacerle competencia directa.