Pecco se acerca, Acosta se cae y Márquez choca con Bastianini

Trepidante esprint de MotoGP en Japón, como continuación de una Q2 en la que pasó de todo y como aperitivo del carrerón que se intuye será la carrera de mañana. Lo más doloroso fue la caída de Acosta cuando lideraba y marchaba ya en solitario con un sengundo de ventaja hacia su primera victoria. Sucedió en la novena vuelta, a cuatro del final, y Bagnaia, que a insistente no le gana nadie, aprovechó el regalo.

El vigente campeón firmó así su tercer triunfo consecutivo en sábado y el sexto del curso, consiguiendo con el de Motegi un importante recorte de seis puntos respecto a un Martín que salía undécimo y acabó cuarto. Al primer perseguidor en la general de Martinator, ahora a 15 puntos, le acompañaron en el podio Bastianini y Márquez, protagonistas de un precioso duelo por la segunda plaza que se llevó el italiano.

Antes de recrearnos con esa lucha, parada técnica para analizar el papel de un Martinator que arruinó gran parte de sus opciones de podio o victoria en la calificación, con una caída que le relegó a la undécima plaza de la parrilla. El del Prima Pramac no se clasificaba tan mal desde hace más de un año, cuando fue duodécimo en Austria y luego remontó hasta la séptima plaza en la carrera del domingo y hasta la tercera en el esprint. Aquí acabó una posición más atrás, y eso que hizo una gran salida, porque en tres curvas saltaba hasta la quinta plaza. Luego cedió una ante el empuje de Marc y después ganó puestos con la avería de Binder y la caída de Acosta.

Cuando el octacampeón se deshizo de Martinator, se fue a por los dos de cabeza, empezando la penúltima vuelta pegado ya a la rueda de Bastianini y a un segundo de Bagnaia. Aún ahí podía soñar con intentar la victoria, pero en esa vuelta 11 se pasó y repasó cuatro veces en un espectacular cuarto puesto que esta vez no ganó, pero que sirvió para animar aún más la carrera. Acabado el esprint, seguía acordándose del hecho de que le hubieran comunicado tarde la cancelación de su vuelta rápida en la Q2, lo que le dejó sin capacidad de reacción para volver a intentarlo, pero sabe que mañana tiene opción de volver a luchar por el podio y puede que hasta por la victoria.

Todo ello con permiso de un Acosta que volverá a por revancha con más ganas que nunca, de un Bagnaia que tiene ante sí la oportunidad de acercarse mucho a Martin y de un Bastianini tan imprevisible como brillante. Ganar una batalla como la que le ganó a Márquez es de sombrerazo y con una pasada final con block pass incluido, pero sin salirse de la pista, no como en Misano 2. Así, sí, Bestia.

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