MOTOGP

“No me veía mucho tiempo más encima de la moto”

Marc Márquez asegura que habría aguantado “uno o dos años” a ese ritmo, pero la operación le da “esperanza” y motivación para volver al mismo nivel: “No hay dolor”.

MotoGP

Su idea estaba enfocada a competir toda la temporada, pero el dolor en su brazo sacó a relucir las carencias. Pese a las victorias del pasado 2021, Marc Márquez seguía sin ser el mismo. No estaba bien, se le notaba y el paso de las carreras hizo retomar una idea que, ahora confiesa, estaba “presente desde septiembre del año pasado”, con continuos controles del brazo, “para ver la evolución de la fractura tras la tercera cirugía”, realizada en diciembre de 2020. Lo cierto es que costó tomar la decisión de viajar a Estados Unidos, pero el ilerdense ya no sentía que podía seguir así: tras la carrera del GP de Italia, el piloto de HRC dijo adiós a la competición, porque la prioridad seguía siendo él.

Casi un mes después de su cuarto paso por el quirófano, Márquez regresa a su blog para contar todo el proceso que ha vivido en los últimos meses, poniendo el punto de partida en la pretemporada, cuando Honda dio un cambio radical a su prototipo: “Me quise autoconvencer de que podía conseguirlo, pensando en la frase de “el poder está en la mente” como lema. Pero a medida que empezó el Mundial, me di cuenta de que las limitaciones eran muy grandes. Mi idea era competir toda la temporada, pero sabiendo de mis limitaciones y ocultando el malestar, para evitar las preguntas diarias. Solo sabía de la situación mi entorno más cercano”.

Sin embargo, ni la mayor de su motivaciones por volver al nivel de campeón pudo cambiar el transcurso de su lesión. “El momento definitivo llegó alrededor del GP de Francia, cuando estuvo todo preparado para hacer un TAC en 3D y tomamos la decisión de volver a pasar por el quirófano”, confiesa Marc, aunque el anuncio oficial no salió a la luz hasta Mugello, con una rueda de prensa extraordinaria. Aunque con la esperanza y la mentalidad de regresar en mejor estado. Por ello, optaron también en una operación en Estados Unidos, donde todo salió de la mejor manera: “Antes de la operación estaba muy animado, pero las horas después estuve peor, por la anestesia y porque había dolor. Lo pasé mal dos o tres días, pero como no era la primera vez que me operaban el brazo y ya sabía qué sensación habría, era consciente de que ese dolor era normal y que luego se iría calmando”.

Ahora, desde sus vacaciones, Márquez ya admite estar “bastante bien, porque no hay dolor”. Pero la recuperación sigue poco a poco, sin querer precipitarse. “Sigo con el brazo inmovilizado, haciendo ejercicios ligeros de movilidad pasiva”, revela, aunque con una mentalidad muy diferente a las anteriores operaciones: “Anímicamente me siento motivado, porque las sensaciones son buenas, e ilusionado de comenzar la recuperación en cuanto los médicos me lo indiquen, para saber si el brazo funciona como debe funcionar”. Y mientras espera a la sexta semana tras la operación, donde tiene programada una nueva radiografía, el ocho veces campeón del mundo disfruta de unas vacaciones junto al mar, pasando el rato con amigos, la familia y en constante contacto con su equipo. “Por la tarde he comenzado a trabajar suavemente el tren inferior y un poquito el brazo izquierdo”, añade en el blog.

“Verde esperanza”

Pese a estar pendiente de esa radiografía que marcará el devenir de su recuperación, Márquez insiste también en lo positivo que es con su recuperación: “Tal y como dije con mi primer comentario en redes, “verde esperanza”, es mi sensación actual. Fue lo que me provocó esta operación: esperanza. Porque de la manera en la que estaba pilotando y compitiendo, no me veía mucho tiempo más encima de la moto, quizá uno o dos años más. Tras la intervención en Rochester se abre la esperanza de que se pueda seguir compitiendo sin dolor y divirtiéndome encima de la moto”. Esperanza para él y para Honda, que sueña con el regreso de su campeón en un año donde la marca del ala dorada ha tocado fondo.

“A veces me paro a pensar en cómo busco la motivación y en mi caso, la única conclusión a la que llego es la pasión y la ilusión. Sigue siendo la misma desde hace más de diez años. También me empuja pensar en el objetivo, que es pasarlo bien y competir a un buen nivel, sin sufrir ni tener dolor”, añade. Y, ajeno a los problemas que existan en el box, Márquez sigue pensando en positivo: se apoya en pilotos como Crivillé, Puig o Doohan, deportistas que han pasado por la misma situación, aunque Rafa Nadal sigue siendo su mayor modelo a seguir: “Sé todo lo que ha sufrido y por eso es un referente para mí”. El mallorquín volvió a ganar en Roland Garros pese al sufrimiento y Marc lo hará porque su ADN de campeón no lo cambia ninguna lesión.

Lo más visto

Más noticias