MOTOGP

Yamaha, la única opción de Miller

El australiano suena con fuerza para ser el segundo piloto del nuevo proyecto de los japoneses junto a Pramac Racing. Miguel Oliveira sería su compañero.

TIM KEETONEFE

Se ve con un pie fuera de MotoGP, pero para Jack Miller hay una última (y única) opción viable para su futuro dentro del Mundial. El terremoto que ha provocado Pedro Acosta con su llegada a la categoría reina, ha afectado de lleno al australiano: con la intención de subir al español al equipo oficial, y hacer hueco a Maverick Viñales y Enea Bastianini en el nuevo Tech3, Miller se ha quedado sin un lugar en la marca austriaca. La parrilla del próximo 2025 tiene aún cinco plazas libres (dos Yamaha, una Honda, una Ducati y una Aprilia), pero teniendo en cuenta que la mayoría están adjudicadas a falta de confirmación, o con pretendientes que suena muy fuerte por encima de Jack, el fichaje del australiano solo sería viable en una de las opciones. Y todo pasa por lo que decida el Pramac en su nueva etapa con Yamaha.

Lo cierto es que se trata de un movimiento que cada día cobra más fuerza. Ninguna de las dos partes se ha pronunciado, pero parece que el piloto de KTM estaría cerca de ser el compañero de Miguel Oliveira en el nuevo equipo satélite de los japoneses, aunque el fichaje del portugués también está pendiente de confirmarse de manera oficial. Sin querer poner la mano en el fuego, Miller admitía en el pasado GP de Gran Bretaña que su futuro todavía estaba muy en el aire: “No tengo ninguna oferta sobre la mesa ni ninguna opción para 2025. De momento, mi teléfono no suena”. Sin más pistas y dejando ver que quizá tenga que afrontar su recta final en la competición: “Mi mujer y el bebé no iban a venir a las últimas carreras, pero parece que pueden ser las últimas... No quiero ponerme sentimental, pero ha sido duro. Es algo por lo que he trabajado y por lo que me he sacrificado. Siempre es duro cuando no es en tus condiciones. Seguimos intentándolo. Estoy satisfecho con lo que he hecho. Tengo que estarlo”.

Y, aunque los resultados no lo reflejan, el piloto aussie, de 29 años, sigue viéndose a un muy bien nivel para continuar su aventura en MotoGP. “Me siento bien conmigo mismo, pero obviamente mentiría si dijera que han sido tres semanas fáciles en casa, intentando encontrar algo para el año que viene. Se podría decir que estoy en el purgatorio. No sé a qué atenerme”, declaró a TNT Sports, agobiado por no tener todavía una plaza en el Mundial y amenazado por las jóvenes promesas como Sergio García Dols, Tony Arbolino, Joe Roberts o Alonso López, que amenazan con un salto de categoría que ya ha certificado Fermín Aldeguer con su contrato directo con Ducati.

Sin embargo, hay dos hechos que juegan en favor de Miller: el campeonato podría no estar dispuesto a perder a su único piloto australiano ahora que buscan minimizar la presencia española e italiana y, además, su experiencia en la categoría reina es algo que gusta, y mucho, a Gino Borsoi, director del equipo Pramac Racing, tal y como en una entrevista a Speedweek: “La mejor fórmula para que Yamaha obtenga buenos resultados en el menor tiempo posible es contar con pilotos que ya conozcan la categoría, que tengan una idea de lo que es un fin de semana de MotoGP y que hayan pilotado diferentes motos”. Todavía hay esperanza.

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