MOTOGP

Yamaha confía en la baza de Rossi

La marca japonesa cree que la ausencia del equipo satélite es una desventaja. Recuperarlo es “urgente” y Jarvis confirma las “discusiones con el VR46″.

MotoGP

Hace apenas dos meses que Jorge Viegas, presidente de la FIM, puso el foco de atención en el futuro del Mooney VR46. La estructura de Valentino Rossi se alió en su llegada a MotoGP con Ducati, pero la categoría reina vive un panorama inédito que podría cambiar a partir de 2024. Mientras que el fabricante italiano cuenta con ocho monturas en la parrilla, por primera vez desde el comienzo de la era de los cuatro tiempos en 2002, Yamaha solo dispondrá de dos motos para disputar la temporada. La fábrica japonesa perdió el apoyo de su equipo satélite, el RNF (ahora asociado con Aprilia), tras el final del pasado curso como anunciaron durante el GP de Italia el pasado mes de mayo.

Entonces no hubo tiempo de negociar y la hoja de ruta en Yamaha pasaba por intensificar el programa de pruebas de Crutchlow. Sin embargo, durante los test de pretemporada en Sepang, la necesidad de recuperar esas dos monturas se puso sobre la mesa. “Discutimos cómo la falta de un equipo cliente podría afectar en la temporada”, reconoce Lin Jarvis, máximo responsable de la marca en los grandes premios en Speedweek, sobre una reunión que decidieron abordar una vez han comenzado a recuperarse de su falta de velocidad y rendimiento. Eso no quiere decir que los problemas hayan desaparecido en la M1, de hecho con goma nueva la montura no es competitiva, pero la ausencia de esas dos motos adicionales podría potenciar todavía más sus desventajas “en los fines de semana de gran premio”.

“Cuando necesitamos una puesta a punto para diferentes escenarios, nuestro rival italiano (Ducati) tiene información y datos de ocho pilotos que pruebas cosas diferentes. (La ausencia de un equipo satélite) no será perjudicial para el desarrollo de la moto, pero sí para las carreras”, resume Jarvis, sobre una situación donde Rossi puede ser su salvador. Como en los viejos tiempos, pero de manera diferente, Valentino puede ayudar a crecer la historia de Yamaha. El Mooney VR46 es el único contendiente serio a cumplir con el deseo de la fábrica japonesa y a pesar de que su estructura tiene contrato con Ducati para 2024 y en Dorna no han movido ficha hasta el momento para poder cambiar la situación, esas palabras de Viegas podrían haber dicho mucho antes de tiempo.

Yamaha quiere “volver con un equipo satélite lo antes posible, es una urgencia”. La marca a su vez es exigente como muestra Jarvis, pues necesitan “una solución que se ajuste a la estrategia de futuro” para introducir al equipo cliente en 2024. Aunque también deberán poner de su parte. Las “discusiones con el VR46 ya han comenzado”, pero el equipo de Rossi también necesita garantías. El nueve veces campeón solo considerará el cambio si la M1 vuelve a ser ganadora (la última victoria fue con Quartararo en Sachsenring 2022) y aunque será complicado batir la hegemonía de Borgo Panigale sobre el asfalto, en Yamaha también cuentan con el lado sentimental: “Trabajamos estrechamente con ellos, dirigen nuestro equipo Moto2 Master Camp, tenemos una relación muy estrecha con Valentino; pilotó una Yamaha en el Mundial durante 16 años. La lógica diría que es una buena dirección a seguir”. Pero si la seguirán, lo dirá el tiempo...

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