“Vuelvo a empezar de cero”

David Alonso Gómez (Madrid, 2006) visita la redacción de AS con el título de campeón del mundo de Moto3 bajo el brazo y con una madurez que refleja lo que muchos intuyen, que se trata de un piloto especial. El del CFMoto Aspar Team acaba de regresar de Algemesí (Valencia), donde ha estado el fin de semana ayudando en la zona azotada por la DANA. A su equipo, natal de la Comunidad Valenciana, le duele aún más. En medio de la conversación saca su lado más solidario y cuenta como se vivió dentro del paddock de Malasia las noticias que iban llegando: “A pesar de que estás un poco desconectado, Malasia fue un fin de semana difícil en ese sentido. Los ánimos, como es lógico, no eran los mismos. Cuando en la carrera en Tailandia, el fin de semana anterior, iba a la carrera en el coche escuchando a La Bichota (Karol G), eso ya no estaba. Los ánimos eran diferentes. Se intenta, pero no hay la misma actitud. A mí me costó bastante, pero tienes que ser profesional y cuando estás en pista olvidarte de todo”.

Y ganó. Logró su victoria número 13 de la temporada, igualando el récord triunfos en un mismo año de su admirado Marc Márquez. “Lo hice un poco también por ellos, para, de alguna manera, darles alguna alegría dentro de toda esa desgracia”. Y como el regalo de subir con la bandera valenciana al primer peldaño del podio le pareció poco, se enfundó las botas y se puso manos a la obra para arrimar el hombro. “Llegué a casa el martes, pero quería estar allí ayudando. Todo lo demás pasa un segundo plano. Y lo que he visto ha sido duro, pero bonito a la vez. Porque ves, aunque desgraciadamente sea por porque haya pasado esto, el lado más humano de las personas. Y te quedas impactado. Gente que no se conoce de nada haciendo un trabajo en equipo impresionante”. Ahora la caravana mundialista se dirige a Montmeló a disputar el último fin de semana del año, el GP Solidario en el que todo lo recaudado será donado a las víctimas de la tragedia. “Será especial y correremos por ellos”. Palabra de campeón.

Después de la carrera de Barcelona llegarán unas merecidas vacaciones para el piloto nacido en Madrid, pero que corre bajo bandera colombiana, el país natal de su madre. “Empecé a competir con la bandera de Colombia a partir de 2020, en el europeo. Lo hablé con el equipo para poder llevar la bandera de mi madre, en honor a ella”. Y la decisión le ha granjeado ganarse a dos países, España y Colombia, donde cada vez que ha ido “la gente se ha volcado, porque son muy pasionales”. Y más que lo serán, porque David Alonso ha sido el primer motociclista en ser campeón del mundo con la bandera de Colombia y se le intuye una carrera llena de éxitos que superará a Yonni Hernández, uno de los pilotos colombianos más destacados de la historia. Una lista en la que ya está Alonso, quien admite que recibió de vuelta el cariño de todos los colombianos. Incluso una felicitación de James Rodríguez. “Pensé que era una cuenta falsa, pero cuando vi que tenía 52 millones de seguidores…”. Mensaje de uno de los colombianos más ilustres de Madrid al Colombiano de Madrid más ilustres de las motos. “Yo le seguía desde que jugaba en el Real Madrid”, dice. Nunca le vio en directo en el Santiago Bernabéu, el estadio de su equipo favorito: “Celebrar el título haciendo un saque de honor no estaría nada mal”, deja como deseo.

Salto. Hablando de su deporte, tras proclamarse campeón en Moto3, el siguiente paso le lleva a Moto2, categoría a la que dará el salto de la mano de Aspar, equipo con el que cumplirá su octava temporada, superando las siete de Albert Arenas. Es consciente de que se avecinan cambios importantes para él, y demuestra tener las cosas claras y la cabeza bien amueblada. “Ahora toca ir poco a poco. Tener progresión. Digamos que me toca empezar de cero. Lo más importante en Moto2 es acabar carreras, coger kilómetros con esa moto y no tanto buscar un resultado, sino que hay buscar que siempre haya una progresión carrera tras carrera”, explica con tranquilidad de Alonso. La misma tranquilidad que tuvo cuando se le complicaron un poco las cosas en 2024. “Ha sido duro mantener el nivel todo el año. Te hace gastar mucha energía, aunque no se viese por la tele. Tuve un momento que no sabía cómo afrontar, el equipo me ha ayudado. Si mi entrenador me mandaba tres ejercicios, yo hacía cinco. Sentía que no me cansaba, me pedían calma. Pero llegó Inglaterra y sentía que no tenía fuerzas, estaba ‘quemado’ de la moto, de la presión de estar siempre delante y tenía media temporada por delante. Y tuve que buscar vías de escape, que pueden ser ir por ahí con los amigos, hacer otros deportes... Fue un bajoncito, pero me sirvió para volver a coger energía”.

Dicen de él que se fija en todos los detalles, que aprende rápido y es una esponja absorbiendo consejos. Y tiene una tranquilidad que asombra a sus 18 años: “Cuando comencé en Moto3 mi primer objetivo era salir en la clasificación de la tele, que salen los 22 primeros”. Y a partir de ahí, mejorar. Sin prisa pero sin pausa. Fijándose en los mejores y aprendiendo de ellos: “Me llevo muy bien con Marc Márquez, Pecco Bagnaia o Fabio Quartararo”. Y escucha sus recomendaciones “porque ellos ya han recorrido ese camino hasta MotoGP”. Y hasta ser campeones del mundo, le recordamos, lo que provoca que ría pícaramente. Se fija en los mejores, y recuerda con nitidez la mejor lección que ha escuchado, de Marc Márquez, con quien le gustaría compartir parrilla: “Me dijo que hay mucha gente que tiene prisa por subir a MotoGP. Que yo no la tuviera. Que al final lo que más cuenta es tener un título Mundial. Y que tenerlo es para toda la vida y eso no se olvida. Y me dijo que tenía que priorizar eso, ganar un campeonato antes que subir a la siguiente categoría”. Dicho y hecho.

Ahora muchos ojos estarán puestos en él, pero él no ve más presión en eso. Lo toma como una motivación, porque “significa que el camino es el bueno, que las cosas se están haciendo bien, aunque haya que seguir trabajando”. Para dar el salto a Moto2 ya tiene receta para mejorar: “Coger peso y ganar musculatura”. Y con su ascenso de categoría sale a relucir un nombre, el de Pedro Acosta. El murciano fue campeón en su primer año en Moto3 y dio el salto a Moto2. Sufrió en su primer año en la categoría intermedia, pero en la segunda se llevó el título para después subir a MotoGP: “Si hago el primer año que hizo Pedro, que ganó carreras, sería muy bueno. Pero hay que darse tiempo, poco a poco”, explica rebajando la euforia.

Prodigio. Con esa cautela ha llevado toda su carrera, desde que pequeño se subió a una moto impulsada por los pies. De ahí a empezar a competir con seis años, la edad mínima para poder hacerlo. Recuerda que en su familia no había tradición de motociclismo de velocidad. Pero la pasión del niño lo pudo todo y comenzó a correr en campeonatos regionales, en los que llegaron las primeras victorias y recuerda con especial cariño una anécdota: “Estaba celebrando un triunfo con mi familia y se nos acercó otro piloto mayor y les dijo a mis padres que no sabían lo que habían hecho. Que habían cometido un error. Y mis padres le contestaron ‘pero si ha ganado’. Pues por eso mismo, dijo, porque ya no me iba a bajar de una moto”. Y tenía razón, no se bajó. Al contrario, se fue subiendo cada vez más y fue escalando en los diversos campeonatos. De ganar títulos regionales pasó en 2018 a ser campeón de España de 85cc. En 2020 repitió hazaña en la European Talent Cup y, al año siguiente 2021, hizo lo propio en la Red Bull Rookies Cup, consiguiendo seis victorias y un total de diez podios. Tres títulos en sólo cinco temporadas. Y para la temporada siguiente, en 2023, y con 16 años, dio el salto al Mundial de Moto3. En su temporada de debut, Alonso ganó cuatro carreras y logró otros cuatro podios. El primer triunfo llegó en Gran Bretaña. Saliendo último y sin haber corrido allí antes, el piloto colombiano protagonizó una gran remontada hasta la primera posición. Repitió triunfos en Barcelona, San Marino y Tailandia. Con estos resultados, Alonso terminó 2023 como el rookie del año y tercero en el Campeonato del Mundo. En 2024 llega su campeonato del mundo y en 2025 debutará como rookie en Moto2 de la mano del Aspar Team, en el que lleva las siete últimas temporadas.