“Vengo de Chapatales, donde sólo hay campo, cabras y mucho tractor”
Rueda: “Gracias a todos los que han confiado en mí, pero sobre todo a mis padres, por dármelo todo incluso cuando no tenían más”.
Con la voz rota y llorando de emoción, por momentos, así atendió José Antonio Rueda a AS en la sala de prensa de Mandalika minutos después de coronarse campeón del mundo de Moto3. Y eso que ya había pasado el encuentro con su equipo y familia en el parque cerrado, la ceremonia del podio, el paso por las teles... Daba igual, la emoción le seguía embargando a este chaval de 19 años recién coronado.
-Campeón del mundo de Moto3 y el primer andaluz campeón del mundo. Qué bien suena todo esto...
-(Sonríe). La verdad que sí. Hemos cumplido sueño que tenía desde muy pequeño y hoy se ha hecho realidad. Gracias al equipo por confiar en mí estos tres años. La verdad es que no ha sido nada fácil y hoy hemos sido campeones del mundo, el primer andaluz en conseguirlo. (Se le rompe la voz y empieza a llorar, aunque no para de hablar). Gracias a todas esas personas que han confiado en mí desde el principio, pero sobre todo a mis padres, por todo lo que han hecho todos estos años, el dármelo todo incluso cuando no tenían más. Siempre he soñado ganar con este equipo, con Red Bull, con todos los patrocinadores que tengo. Vengo de Chapatales, que ahí lo que hay es campo, cabras, mucho tractor y poca cosa más. Con esto quiero decir que todo en la vida es posible, lo que pasa es que nunca hay que rendirse, hay que seguir luchando, y todo llega. Creo que el plan de Dios siempre es perfecto, incluso en los momentos más difíciles hay que seguir creyendo en uno mismo. Siempre se aprende algo nuevo. Quiero darles las gracias también a mi hermano, por todo el sacrificio que han tenido para que yo pudiera ser campeón del mundo. A Trigo (su preparador físico), por enseñarme la disciplina. No existe en todo el mundo una persona con más disciplina que él. Él me ha enseñado ese camino y sin él no estaría aquí hoy. Y a Ponce, por todo lo que me ha ayudado, por visiualizar estos momentos de ser campeón del mundo. A mis primos y a mis amigos, por seguirme siempre y apoyarme, por dármelo todo incluso en los momentos más difíciles. Y nada. No sé qué más decir.
-Le voy a decir que me va a hacer llorar a mí también, pero llorar de alegría y emoción es muy bonito. Y una cosa, con lo que le cuesta hablar ante los medios, se ha esperado a ser campeón para explotar, porque le ha salido bien el discurso.
-(Se ríe). Sí, sí. Al final he soñado siempre con este día y tenía que acordarme de los me han ayudado y han creído en mí. Sabía que mucha gente no iba a creer en mí, pero tenía que creérmelo yo y seguir mi camino, y pensar siempre que el camino de Dios siempre es perfecto, que todo llega en su momento, que nunca tengo que rendirme y seguir adelante. Todo esto lo aprendí el año pasado, que fue el año más duro que he tenido en mi carrera. Hoy somos campeones del mundo y lo quiero celebrar con todo mi equipo y con mi familia, que está aquí.
-Además, campeón con victoria, la novena de la temporada. Sé que en casa le llaman R, pero yo este año le llamo el Márquez de Moto3. Hoy ha ganado remontando desde el 13º. ¿Cómo lo hace?
-Sinceramente, y aunque cueste de creer, me lo he tomado como una carrera más. He ido a ganarla. He empezado de menos a más, porque tenía mucha confianza en la moto y no quería cometer ningún fallo. Sabía que podía remontar y estar delante. Y eso es lo que he hecho. Los tenía siempre ahí y, cuando he visto que quedaban pocas vueltas, he visto que tenía un poco más que Adrián y he empezado a tirar. He roto el grupo lo máximo posible, que era lo que buscaba, y tengo que verme la carrera porque se ha liado una buena ahí detrás. Hemos conseguido otra victoria y ser a la vez campeones del mundo.
-Gracias y a por Moto2, que es el siguiente desafío...
-Sí, sí, está claro. Moto2 va a ser un camino duro también. Una categoría difícil, con mucho piloto experimentado, pero estoy seguro de que luchando así, creyendo en nosotros mismos y visualizando las cosas, que es la clave de todo en la vida, podemos llegar otra vez a estar ahí arriba.
-Enhorabuena, campeón del mundo. Qué bien suena...
Noticias relacionadas
-(Sonríe). Sí que suena bien, sí.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí