MOTOCICLISMO

Todo al rojo

Ducati logra tres títulos mundiales de pilotos en 2023, además de los campeonatos de constructores y equipos en MotoGP y Superbike, y aumenta su dominio.

El pasado mes de enero Ducati presentó por todo lo alto en Madonna di Campiglio sus equipos de MotoGP y Superbike para la temporada 2023, con los que iniciaba las defensas de los títulos cosechados en 2022 con Francesco Bagnaia y Álvaro Bautista. A los que había que añadir los títulos de equipos y constructores en ambos certámenes. El 2022 fue calificado por Claudio Domenicali, CEO de Ducati, como “el mejor de la historia” de Borgo Panigale. “El objetivo siempre es superarnos. Las estadísticas nos dicen que muy pocos lo lograron”, añadía Luigi Dall’Igna, responsable de Ducati Corse, la división de carreras de la marca italiana.

Pues bien, este 2023 lo han cerrado en Ducati superando el mejor año de su historia. Ese era el objetivo en la casa italiana y eso han hecho: ha sido una temporada sobre dos ruedas teñida de rojo. Bagnaia ha reeditado el título de campeón del mundo de MotoGP y solo otra Desmosedici, la de Jorge Martín, ha sido capaz de llevarle al último asalto. El turinés ha sido el piloto que más grandes premios ha ganado, con siete, a los que se suman sus cuatro triunfos en la novedosa carrera al esprint de los sábados, más 15 podios y siete poles. La superioridad de las Ducati queda patente al mirar las clasificaciones: los tres primeros de la general llevan monturas paridas por Luigi Dall’Igna, y mirado más allá, hay cuatro motos italianas en el Top-5: Pecco, Martín, Bezzecchi y Zarco, solo Binder con la KTM se mete entre ellos.

Es cierto que Ducati es la fábrica con más motos en la parrilla, con ocho, pero el objetivo de superarse, ese que se puso Dall’Igna antes de comenzar, está superado. En 2022, con la misma cantidad de motos, se lograron 12 victorias (los domingos) y 32 podios. En 2023 los éxitos han aumentado hasta las 17 victorias de 20 posibles y 43 podios, lugar que han visitado los ocho pilotos. Y seis de ellos han ganado al menos una carrera.

Pero en el mundo Ducati hay más. La estructura del Mundial de SBK ha arrasado, literalmente. En el campeonato de las derivadas de la serie el dominio de Álvaro Bautista solo tuvo tímida respuesta por parte de Toprak Razgatlioglu, con la Yamaha. Pero las 27 victorias de manga del talaverano, de 36 posibles, han hecho posible la reválida del título: “La defensa está hecha”, dijo el español nada más proclamarse campeón del mundo por segunda vez en Jerez. En Supersport (Mundial implementado en 1999 con motocicletas de producción de 600-750cc), que es la ‘segunda división’ del World SBK, Nicoló Bulega hizo historia al dar a Ducati su primer título en la categoría con 16 victorias en 24 carreras con la Panigale V2. Esa especie de ‘hermana pequeña’ de la Panigale V4 con la que Bautista lleva dos años mandando en las derivadas de la serie.

Y sin dejar las Superbike, desde Italia han conquistado Gran Bretaña, ya que dos pilotos con motos de Borgo Panigale, Tommy Bridewell y Glenn Irwin, se ha disputado el título del British Superbike Championship (BSB) que cayó en favor del primero por… medio punto. De los grandes campeonatos con motos de serie a Ducati solo se le ha resistido el Moto America 2023, donde Josh Herrin no pudo con la Yamaha de Jake Gagne. Y por si fuera poco, ahora Ducati le da vueltas a su proyecto oficial para el Mundial de Motocross (MXGP), y lo hace de la mano de Tony Cairoli, uno de los mejores pilotos de la historia en la especialidad. Y ya queda demostrado que cuando Ducati compite, va a luchar por las victorias. Y en los últimos tiempos casi siempre las logra.

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