Sólo le ven de espaldas

A Ducati le van a tener que quitar algo más que revoluciones en el motor para igualar la parrilla. Porque la diferencia no está en el propulsor, está en el piloto. En Álvaro Bautista concretamente. Porque el talaverano se hizo en el Circuito de Barcelona-Cataluña con la pole y en la carrera 1 se alzó con una victoria aplastante, novena del año. Sin miramientos.

Arrancó regular tras apagarse el semáforo, cedió unos metros que recuperó antes de llegar a la frenada de la 1. Y desde allí, al ritmo de vuelta rápida iba haciendo hueco con Rinaldi, la otra Ducati oficial, y Rea, con la Kawasaki que ha recibido 250 rpm. La diferencia en tres vueltas era ya de un segundo hasta que la bandera roja por una caída de Eric Granado en la 11 abortó la carrera.

Vuelta a empezar y regreso a lo anterior con las posiciones establecidas según las posiciones en el último punto de cronometraje y 17 vueltas por delante. Y otra vez Bautista delante, mientras por detrás cambió el panorama, ya que Bassani y Rinaldi se liaron a mamporros hasta que el de la Ducati oficial se fue al suelo y una investigación con Long Lang Penalty para el de Motocorsa. El enfado del compañero de Bautista era visible a su llegada al box, con la mano derecha dolorida. El incidente tuvo como resultado más espacio para el talaverano y pelea abierta por el podio entre el norirlandés y el turco.

Y en ese podio estaba el interés de la carrera, porque a falta de 10 giros la ventaja del campeón del mundo era ya superior a los cinco segundos y creciendo a segundo por vuelta hasta los 8,8 en meta. Y todo ello gestionando los últimos kilómetros. La segunda posición finalmente la ganó Razgatlioglu con una pasada marca de la casa sobre Rea en frenada. Por algo le llaman Stoprak. El resultado hace que el español sea más líder del campeonato. Y salvo desastre, problema mecánico o caída, se prevé lo mismo para el domingo: que ni vean a Bautista o si lo hacen, que sea de espaldas.