Rueda no subirá solo a Moto2

Pocos días le quedan a José Antonio Rueda para cambiar de década, para poner el 2 por delante del 1 a su edad, porque cumplirá los 20 años el próximo 29 de octubre, pero lo hará ya como campeón del mundo de Moto3. El nieto de Joaquina, que fue la abuela que le regaló al sevillano su primera moto a los tres años, de juguete, y también a los seis la primera de verdad, una minimoto de gasolina, subirá así por la puerta grande a Moto2 el próximo curso, otro escalón, importantísimo escalón, para llegar un día a MotoGP. Y no lo hará solo, porque Jordi Gallardo, su técnico en el box del Red Bull KTM Ajo, subirá con ‘R’, como le llaman en casa desde crío, por la doble R de sus apellidos, Rueda y Ruiz, y porque es rapidísimo también.

Una gran noticia para el nuevo campeón la de contar con su técnico de confianza en su nuevo box, que también será el del Red Bull KTM Ajo, el mismo que le acompañará encantado en su nueva aventura porque cree mucho en este piloto y valora enormemente su personalidad. “El chaval se lo ha currado muchísimo este año desde el primer momento y se merece muchísimo este título. Se deja caer en las carreras para ir hacia atrás y luego hacia delante porque lo tiene controlado. No es tanto como para decir que ha sido el Marc Márquez de Moto3, pero una cosa similar, sí”, le comenta Gallardo a AS en el paddock de Phillip Isnland, en la trastienda del box de su equipo, con la esperanza de pelear por la décima victoria de un curso en el que ya han sacado matrícula de honor.

Más de Jordi sobre su piloto, el segundo con el que se proclama campeón del mundo, porque ya lo fue con Brad Binder, en 2016: “No sé dónde está su límite o su techo. Imagino que lo veremos el año que viene, cuando suba a Moto2. Yo fui campeón con Binder en Moto3 y hay parecidos entre este título y aquél, porque también lo ganó con mucha antelación, en Aragón, y este título para mí lo hace especial Rueda, porque cómo es, por la persona que lleva dentro, por cómo trabaja, por todo. Se lo merece muchísimo”.

A nivel personal, lo que el catalán más destaca del sevillano es que “es muy sincero. No es muy hablador, como yo, pero muy sincero y, cuando se abre, se abre y este año hemos conectado muchísimo entre los dos. Me voy con él a Moto2, donde ya estuve el año pasado con Vietti. Y espero que éste no sea el último título de Rueda que veamos”.

Y concluye: “Da gusto trabajar con él, sobre todo porque es una esponja y asimila todo, todo, lo que le cuentas y le pides que haga en la pista, lo hace. Se merecía este título más que nadie, como demuestran sus nueve victorias y 13 podios, algo que no es fácil de conseguir”. Y con oportunidad de seguir agrandando esos números cuatro carreras más antes de dar el importante salto a Moto2 que no hará solo, porque Jordi Gallardo lo hará junto a él.

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