MotoGP

Quartararo llega a su límite

El francés alcanza los 70 grandes premios sin saborear la victoria en MotoGP y se acaba su paciencia con Yamaha: “Tengo claro que quiero luchar por ganar, ya está”.

ADI WEDA
Mayo del 97. Es graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y realizó un Máster de Marketing y Comunicación en la UCAM. Aterrizó en AS en 2019 para hablar de motor. Y no fue casualidad. Tras cubrir su primer Dakar, puede asegurar que la arena no tiene nada que envidiarle al asfalto.
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Toda la parrilla de MotoGP es consciente de que, de cara a 2027, el Mundial da las mismas oportunidades para todos. Para empezar, porque la categoría reina se enfrenta a un cambio de reglamentación desconocido. Y además, porque todos los contratos llegan a su fin y eso quiere decir, que cualquiera es bienvenido dentro del box. Durante la última silly season que vivió la máxima cilindrada Fabio Quartararo decidió hacer un acto de fe y confió en Yamaha en un futuro inmediato, donde no llegan los resultados. La explosividad del francés ha permitido a la M1 alcanzar la pole hasta en cinco ocasiones, pero una vez se apaga el semáforo el rendimiento de la moto japonesa deja que desear.

Mantener el ritmo junto a la Yamaha es una misión imposible que ha obligado a Quartararo a renunciar a la victoria en numerosas ocasiones esta temporada. El mejor resultado del francés en este 2025 ha sido su segunda posición en Jerez y aunque en las esprint, con menos vueltas, se ha defendido mejor, la cifra de podios durante los sábados tan solo aumenta una unidad. Por lo que el drama sigue siendo igual de frustrante junto a una M1 con la que la sequía de victorias se prolonga. Después del GP de Malasia, Fabio alcanzó los 70 grandes premios sin visitar el escalón más alto del podio; una cifra demasiado elevada para un campeón del mundo de MotoGP.

Hay que remontarse al GP de Alemania 2022 para encontar la última ocasión que se vio a Quartararo saborear la primera posición. Al mismo tiempo, ese también es el último triunfo de los diapasones en la categoría reina y aunque su crisis coincidía con la de Honda en el Mundial, la marca del ala dorada ha levantado el vuelo mientras que en Iwatta siguen buscando la manera de hacerlo. Parecía que el desarrollo de un motor V4 podía cambiar la esperanza dentro de Yamaha pero tras varias pruebas con el nuevo motor, la realidad es que ninguno de los pilotos oficiales ni sus probadores están satisfechos con el rendimiento de una unidad que se debe seguir puliendo.

Quartararo: “Tengo ganas de desconectar”

El V4 no ha mejorado el paquete actual de Yamaha y ante la falta de soluciones a corto plazo, la paciencia de Quartararo se acaba. El francés hizo saltar las alarmas en el GP de Australia cuando declaró que quería “irme a mi casa” y pidió “un parón”: “Tengo ganas de poder desconectar cuatro días antes de subirme a la moto, eso es lo que más ganas tengo ahora”. El desencuentro entre el campeón de 2021 y su M1 va a mayores y aunque durante su renovación defendió reiteradamente su confianza hacia el proyecto de los diapasones, el argumento de El Diablo comienza a moldearse poco a poco.

Fabio es consciente de la rapidez con la que se negociarán los contratos una vez eche a rodar el 2026. Y aunque todavía no se ha puesto una fecha límite para decidir si quiere tener otra oportunidad para los japoneses en un año de cambios o prefiere buscar un valor seguro, sí tiene muy claro qué quiere sobre el asfalto: “Quiero luchar por ganar, ya está”. “Todavía es muy temprano (para decidir si abandonar definitivamente Yamaha), pero no habrá que dormirse. Como he dicho, tengo las ideas claras de lo que quiero", exponía Quartararo en DAZN, sobre una exigencia que ahora mismo “en Yamaha no es viable”. Y eso, en cierto modo, le da una respuesta sobre qué hacer.

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